La ley anti LGBT, que pretende introducir Brunéi para el próximo mes; llegaría a castigos como azotes, flagelación y golpes con piedras hasta la muerte; por tener relaciones con personas del mismo sexo.
PUBLICIDAD
Fue en el 2014 que la nación adoptó la ley penal islámica, cuando anunció uno de los tres primeros cambios legales que constaban en no rezar los viernes; o el embarazo fuera del matrimonio. Actualmente la homosexualidad es ilegal en Brunéi y es castigada con hasta 10 años de encarcelamiento; ahora bien, los nuevos cambios previstos agregarían latigazos y flagelación.
Diversos grupos y activistas de los derechos humanos han reclamado a Brunéi que de marcha atrás a sus planes de endurecer la ley contra el colectivo LGBT. De acuerdo con el fundador del grupo de Derechos Humanos ‘The Brunéi Project’, Matthew Woolfe«; estamos intentando ejercer presión sobre el Gobierno de Brunéi. A pesar de que nos hemos dado cuenta de que queda poco tiempo antes de que estas leyes entren en vigor», según recoge EuropaPress.
«Al aplicar estas leyes, Brunei viola claramente sus obligaciones en virtud de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes», añadió la organización. En donde también destacó que Brunei firmó la convención, aunque todavía no ha sido ratificada.
Una vez entrada en vigencia, Brunéi se convertiría en la primera nación del sureste de Asia que sancione con la pena de muerte.
Las actitudes extremadamente conservadores son una constante en el sureste asiático. Birmania, Malasia y Singapur también tiene prohibidas las relaciones entre personas del mismo sexo. Mientras tanto, en Indonesia los casos de ataques contra el colectivo LGBT han ido en alza en los últimos años. Uno de los activistas LGBT en Indonesia, Dede Oetomo, ha destacado que si la ley sale adelante sería una gran violación a los Derechos Humanos a nivel internacional; «Brunéi está imitando a los estados árabes más conservadores».