Las autoridades vietnamitas les ordenaron a los monjes de una popular pagoda budista que suspendan las ceremonias para “convocar a las almas” y “expulsar al mal karma”. Esto después de que una investigación concluyó que esos rituales son un fraude.
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Decenas de miles de feligreses han estado pagando a la pagoda Ba Vang. Construida en el siglo XVIII y ubicada en la provincia norteña de Quang Ninh. Entre un millón y varios cientos de millones de dong (de 45 a 13.500 dólares) para derrotar a su mal karma; según el periódico Lao Dong (Labor), operado por el estado.
La Comisión de Asuntos Religiosos, un organismo gubernamental; publicó el viernes un comunicado en su sitio web en el que afirmó que “el ritual va en contra de la filosofía budista y viola la ley de Vietnam sobre religión y creencias populares”.
“Tiene un impacto negativo sobre el orden social y la seguridad”, añadió.
Las llamadas telefónicas a la pagoda no fueron respondidas el viernes.
Los monjes del lugar enseñan que todas las enfermedades y desgracias son resultado de malas obras cometidas en vidas previas.
Tres veces al mes; efectúan una ceremonia de dos días para “convocar a las almas que deambulan” y “retirar el mal karma”. Para lo cual exigen donativos, que presuntamente representan buenas obras. Esto para ayudar a curar el mal karma y contrarrestar el presunto mal comportamiento en vidas anteriores.
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Ese tipo de rituales se llevan a cabo desde hace años. Pero la práctica ha atraído atención no deseada a medida que aumentan las cantidades que exigen los monjes; al grado que comenzaron a recibir pagos por transferencias bancarias y en abonos.
La indignación pública se hizo notar cuando un orador motivacional vinculado a la pagoda culpó a la víctima de una violación grupal, diciendo que cometió actos malvados en una vida pasada en comentarios publicados en el sitio web de la pagoda y en redes sociales.
Cinco hombres secuestraron y violaron a una estudiante universitaria de 20 años durante dos días y posteriormente la asesinaron en la víspera del Año Nuevo Lunar, el 5 de febrero.
“Esa enseñanza fue hiriente e irrespetuosa hacia el alma de mi hija”, dijo la madre de la mujer, según la citó Tuoi Tre, otro periódico oficial.