Durante sus primeros 18 meses de vida la bebé identificada como Eylul solo conoció el dolor. Su madre, Elif K. la sometió por un largo año y medio a una serie de torturas sólo porque, según ella, «no podía amarla».
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«Desde que tenía un mes de edad, le inyecté cloro y jabón en las orejas, la nariz y el ombligo; hasta que comenzó a sangrar». Contó la mujer que ahora enfrenta a la justicia. Estambul, Turquía, es el lugar en el que está siendo acusada por los maltratos a los sometió a su pequeña.
La acusada declaró que a los nueve meses la cortó con una navaja. Adicionalmente manifestó que luego de llevarla al hospital, para que recibiera tratamiento por el daño de las inyecciones, continuó torturándola.
Las autoridades comenzaron a mirar con atención el caso de Eylul; luego de que la salud de la niña no mejorara con el tratamiento médico. Adicionalmente la menor fue internada en repetidas ocasiones.
Según la información que reproduce el diario inglés The Mirror, la niña fue ingresada nuevamente en agosto del año pasado. Lo que derivó en un interrogatorio a la madre, por las lesiones con las que había llegado la pequeña.
En esa oportunidad la madre fue dejada en libertad y le permitieron seguir cuidando de la niña.
La confesión
Fue la tercera hospitalización de Eylul la que finalmente permitió a los doctores comprobar que la madre era la responsable de las heridas que sufría la bebé.
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Debido a la presión, Elif K. finalmente se entregó en la policía y confesó lo que había hecho los últimos 18 meses. La mujer compareció ante el tribunal, donde fue encontrada culpable de torturar a su bebé.
La custodia de la niña fue entregada a su padre, según los informes de la corte, la niña finalmente está empezando a mejorar.