Una joven de 18 años de edad se fue a dormir una noche como cualquier otra. Sin embargo fuertes dolores de cabeza la despertaron y comenzó a tener convulsiones. Una vez los médicos la atendieron, la indujeron en un estado de coma. Cuatro días después despertó para darse cuanta que le habían hecho una cesárea y había dado a luz a una niña.
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Según informó Daily Mail, Ebony Stevenson de Oldham, Greater Manchester, Inglaterra; nunca sospechó que llevaba nueve meses embarazada. No experimentó los típicos síntomas que usualmente las mujeres con una criatura en vientre tienen. Nauseas matutinas, antojos y además su menstruación le llegaba sin ninguna irregularidad. Adicionalmente jamás le apareció una pancita.
Por esta razón, es que tanto ella como su madre no podían creer lo que que vivieron en diciembre del año pasado. Lo que sucedió fue que Stevenson, sin saberlo, padecía de útero didelphis, lo que quiere decir que ella tenía dos úteros. Esto provocó que en uno de ellos se formara el bebé, mientras que por el otro menstruaba regularmente.
¿CÓMO ES POSIBLE QUE NO LO NOTARA?
Esta condición se cree afecta a una cada 3 mil mujeres, según consignó Daily Mail. Bajo esta premisa, esta rara enfermedad tiene otras dificultadas, en el caso de Ebony; sólo uno de los úteros tenía trompa de Falopio, mientras que el otro no. Esto significa que las posibilidades de concepción eran remotas.
Pero los milagros existen, aún cuando no se están rezando por ellos. Esta lección de seguro la aprendió la joven de 18 años. Cuando luego de estar cuatro días en coma despertó rodeada de enfermeras, que estaban deseosas de entregarle a su hija recién nacida. Stevenson se rehusó en un principio, sin saber lo que sucedía.
«Cuando me desperté, recuerdo que las enfermeras me dijeron que tenía un bebé y, antes de darme cuenta, la pusieron en mi pecho», dijo la joven madre.
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«Suena horrible ahora, pero les pedí que se la llevaran porque estaba tan confundida y segura de que habían cometido un error», confesó Ebony.
Su madre le comunicó que una vez internada en el hospital, los médicos le realizaron exámenes que arrojaron que había sufrido preeclampsia. Un tipo de hipertensión que se puede producir en el embarazo y que fue la que le provocó las convulsiones.
Es probable que nunca se le abultara el vientre porque el bebé se encontraba en el útero ubicado en su espalda.
La primeriza retomará sus estudios de fisioterapia deportiva, mientras su madre la ayuda con la crianza de la pequeña Elodie.