El 6 de junio pasado Amanda Hawkins prefirió irse de fiesta que cuidar de sus hijas de 1 y 2 años. Junto a un par de amigos, la joven inició un viaje que se prolongó por casi 18 horas y que terminó con las dos niñas muertas, hecho que la policía calificó como «el caso más horrible de negligencia infantil”. Dejó morir de calor a sus hijas encerradas en un auto por irse de fiesta
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Addyson Overgard-Eddy y Brynn Hawkins fueron encerradas por su madre en un auto mientras ella se divertía sin mostrar preocupación alguna. Esa noche los termómetros llegaron a marcar 32º.
Según la investigación de la policía, una persona escuchó llorar a las pequeñas, le dijo a Amanda que las llevara adentro de la casa en la que estaba festejando, pero la joven de 19 años se negó y le respondió que “ellas llorarían hasta quedarse dormidas”, señala The Washington Post.
Dejó morir de calor a sus hijas encerradas en un auto por irse de fiesta
Cerca de las 12.00 am del día siguiente la mujer se despertó, primero “tuvo relaciones sexuales” y luego salió a ver cómo estaban sus hijas.
Las menores no respondían y en un intento desesperado buscó en internet “cómo revivir a una persona tras un golpe de calor» mientras les rociaba agua fría encima.
Amanda demoró lo más que pudo el viaje al hospital más cercano, ya que declaró que no quería «meterse en problemas» y cuando llegó a urgencias inventó una historia asegurando que sus hijas habían quedado en ese estado tras oler flores en un parque en el que estaban de paseo.