Christina Ferrara llevaba días sintiéndose cansada. El tema es que hace poco había cumplido 30 años, así que imaginaba que todo se debía al estrés que sentía por el llamado cambio de folio, además de las obligaciones laborales. Mujer fue al médico por estrés pero su diagnostico fue desalentador.
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Por lo mismo, fue a ver al médico pensando que le daría algún medicamento y quizás una licencia. Sin embargo, el diagnóstico fue lapidario: «Sufría altos niveles de enzimas. Me dijo que tenía que ser ingresada en el hospital y que me iba a morir el fin de semana».
En entrevista con StoryTrender, la mujer señaló que tenía otros síntomas de que algo andaba mal con su cuerpo, ya que sus encías sangraban y su orina se había puesto más oscura.
Eso sí, tenía explicaciones para todo: había cambiado hace poco su cepillo de dientes y tomaba poca agua. Pero no, el especialista le indicó que su hígado no estaba funcionando bien y que padecía de ictericia.
«Creí que era solo una cruel bienvenida a mis 30 años», manifestó Ferrara. La realidad eso sí era peor. A las pocas horas de ser internada de urgencia fue inducida a un coma y fue anotada en la lista de trasplantes de hígado en Florida.
Mujer fue al médico por estrés pero su diagnostico fue desalentador
En minutos pasó a ser la prioridad estatal, y tras ser rechazado tres órganos por su tamaño o edad, fue aceptado el cuarto por los médicos y fue llevada rápidamente a cirugía.
Todo esto aconteció el 2017. Ahora, a cumplirse un año de todo, la joven da muestra de su recuperación, de la cicatriz que le quedó y envío un mensaje a la gente para que done sus órganos.
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«Si mi donante no hubiese elegido donar sus órganos, yo no estaría aquí ahora. Necesitaba un hígado específico, y la persona que se registró fue mi ángel guardián», remató.