La famosa y turística montaña de los siete colores, en los Andes de Perú, cuyo nombre original es Vinicunca, forma parte de una concesión minera desde marzo, que se superpone parcialmente a la propuesta de un área natural de conservación regional en esa zona, advirtió hoy la ONG CooperAcción.
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Vinicunca, también conocida como la montaña arco iris, fue concedida con fines mineros por el Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (Ingemmet) a la minera Minquest Perú, propiedad de la empresa canadiense Camino Minerals.
La montaña está en mitad de la concesión minera denominada ‘Red beds 2’, que abarca una superficie de 400 hectáreas entre los municipios de Cusipata y Pitumarca, en la sureña región andina de Cusco.
¿Ya conocen a Vinicunca, la montaña de los siete colores que atrae a turistas en #Perú?
Este arcoíris es posible por la oxidación de sus minerales, ejercida por la humedad de la zona y la erosión de los mismos. Se ubica a unos 100 km al sureste de Cusco.https://t.co/gDg3ez1rz4 pic.twitter.com/1xmQBwO8Ou
— Luis Olavarrieta (@LuisOlavarrieta) June 19, 2018
Concesión minera
La concesión coincide de manera parcial con la zona propuesta para la creación del área de conservación regional Ausangate, reclamada por el gobierno regional de Cusco.
El cerro Vinicunca se encuentra en el camino al Ausangate, la montaña sagrada de Cusco, antigua capital del imperio incaico, y centro del Qoyllurit’i, la mayor peregrinación religiosa de Perú, reconocida desde 2011 como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco.
Sin embargo, CooperAcción advirtió que el derecho de la minera sobre el territorio prevalecerá sobre los futuros usos del suelo que se le den al área de la montaña arcoiris porque ya obtuvo sus derechos sobre ella.
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Vinicunca se ha convertido en los últimos años en una de las principales atracciones turísticas de Cusco junto a las ruinas de la ciudadela inca de Machu Picchu, los andenes incas de Moray, el salar de Maras y el centro antiguo de su capital.
La montaña, situada a unos 5.200 metros de altitud sobre el nivel del mar en la cordillera de Vilcanota, debe el contraste de sus llamativos colores en franjas turquesas, doradas y fucsias, entre otros, por la oxidación de la alta concentración de metales que contiene.