El papa Francisco lavará hoy los pies a doce reclusos, detenidos de la prisión de Paliano, en la provincia de Frosinone, a unos 60 kilómetros de Roma, y entre ellos se encuentra un compatriota argentino.
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La oficina de prensa del Vaticano comunicó el carácter privado y sin cámaras de la visita que realizará el pontífice argentino a la cárcel, donde celebrará la misa de la Coena Domini (La Cena del Señor) del Jueves Santo y el tradicional lavado los pies, imitando el gesto de Jesús en la Ultima cena, según al tradición católica.
Entre los 12 detenidos de esta cárcel de la región del Lacio habrá tres mujeres, un musulmán que se convertirá al catolicismo el próximo junio al recibir el bautismo, un argentino, un albanés, y el resto serán italianos.
Entre ellos, hay dos reclusos condenados a cadena perpetua y el resto tienen penas que cumplirán entre 2019 y 2073, según los datos comunicados por la oficina de prensa.
Desde que fue elegido, Francisco decidió continuar la tradición que mantenía cuando era arzobispo de Buenos Aires y, en el primer año de su pontificado, lavó los pies de doce menores recluidos en una cárcel romana.
El año siguiente lo hizo a doce discapacitados de distinta edad, nacionalidad y religión de un centro de ayuda, después repitió el rito en la cárcel romana de Rebbibia, y el año pasado lavó los pies de 12 refugiados del centro de acogida de Castel Novo di Porto, en la provincia de Roma.
La cárcel de Paliano se encuentra en la provincia di Frosinone, en la región del Lacio, y a unos 60 kilómetros de Roma, y está previsto que el papa llegue allí a las 16:00 horas (14:00 GMT).
Esta cárcel en la que actualmente están recluidas 70 personas se caracteriza por estar reservada a los colaboradores de Justicia y tiene numerosos cursos de formación profesional como laboratorios de pastelería o pizzería e incluso una amplia zona dedicada a la agricultura y ganadería para favorecer la reinserción.