Un estudiante de un colegio de secundaria le preguntó al presidente de Islandia, Guðni Thorlacius Jóhannesson, que qué opinaba de usar la piña como ingrediente en la pizza, y sin dudar, el mandatario contestó que es fiel opositor de esta idea gastronómica. «Me gustaría crear una ley para prohibir que se use en este alimento.
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La polémica se levantó y muchas personas lo cuestionaron por su odio contra la fruta, tanto así que tuvo que manifestarse en sus redes sociales para dejar claridad en que no iba a hacer nada al respecto y que se trataba de un chascarrillo que se había presentado en una charla con estudiantes de una institución educativa en la ciudad de Akureyi.
En su Facebook, el presidente de Islandia declaró que “le gusta la piña, pero solo que no en la pizza. No tengo el poder para hacer leyes que prohíba a las personas poner piña en su pizza. Me enorgullece no tener ese poder. Presidentes no deberían tener poder ilimitado”, escribió.