Alexandra Vera fue condenada por un juez en Houston, Texas, a 10 años de cárcel por haber quedado embarazada de su estudiante en el 2015. En esa época Vera tenía 24 y el padre de su hijo 13, aunque la familia del joven se mostró comprensiva e incluso aceptó el embarazo la profesora decidió abortar tras las críticas recibidas por un trabajador social.
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El juez aseguró que la condena es ejemplar y sirve para disuadir futuras relaciones entre alumnos y profesores, ya que ocurren con mucha frecuencia. Durante el juicio se conocieron algunos detalles de la relación que mantenía la profesora con el alumno, pues el padre del mismo simuló ser el compañero sentimental de la mujer para ocultar su embarazo.
También se supo que Vera prestaba su casa para que otros estudiantes mantuvieran relaciones sexuales. La profesora fue declarada culpable por el delito de abuso sexual agravado a un menor de edad; la madre del estudiante y amigos de la mujer la apoyaron en los tribunales.
