El uso indiscriminado de heroína en Estados Unidos se ha convertido en un verdadero problema social. Hace poco, una foto de dos adultos con sobredosis en un auto y un niño atrás, dio la vuelta al mundo y mostró cómo la gente abusa cada vez más de esta sustancia.
Pero lo que acaba de pasar en Spanaway, Washington, parece rebozar todo límite. Porque esta vez las víctimas son tres menores de edad.
Una mujer de 24 años y su novio inyectaron heroína a los tres hijos de ella. Los convencieron con el argumento de que les iban a dar “jugo para dormir”. Su hogar estaba infestado de agujas y excrementos de rata.
Ashlee Hutt ahora está acusada de inyectar a sus tres hijos. Lo irónico, es que las autoridades de Protección al Menor ya habían sido advertidos el año pasado de cómo vivían ellos. Cuando los encontraron, estaban cubiertos de cicatrices, heridas y agujeros. No hubiera pasado nada a no ser por la alerta que lanzó un amigo de la pareja.
La flamante madre que le daba heroína a sus niños.
Lo más terrible es que incluso la niña de dos años dio positivo en el test de drogas. Los otros niños de cuatro y seis años también estaban en estado similar, pero uno de ellos salió limpio. Su novio, de 25 años, Leeroy “Mac” McIver, también fue acusado de drogar a los niños.
Y, aunque todo sucedió el año pasado, hasta ahora concluye la investigación penal. En ese momento, los padres fueron arrestados y los niños fueron llevados a hogares adoptivos. Asimismo, uno de los niños, el mayor, dijo que su madre mezclaba “polvo blanco con agua”. También afirmó que el novio de esta lo ahogaba.
Los niños con su padrastro en la casa con pobres condiciones.
Añadió que él y sus hermanos dormían cuando su madre se refería a la sustancia como una “medicina de bienestar”. La madre ahora está acusada de dar sustancias a un menor y asalto infantil. Ella y su pareja admitieron ser adictos a la heroína.
Cuidado con las palabras
Hutt, en redes sociales, presumía de ser buena madre. Y dos años antes, acusaba a otras madres de “negligencia” por permitir la muerte de sus hijos. Esto pasó, cuando en Facebook celebró que una mujer fuera encarcelada por matar a su hijo accidentalmente al darle de beber una bebida energética.
El hijo de Alyia Iverson, Nathan, murió de una sobredosis de anfetaminas en 2012 por este hecho. Hutt, quien drogaba a sus propios hijos, compartió la noticia en redes sociales diciendo: “Finalmente, justicia para tí”, reportó el portal “Daily Mail”.
Todo, mientras sus tres niños vivían rodeados de rasguños y excremento de rata.
Una madre de Washington tenía a sus tres hijos en muy precarias condiciones de vida. Lo peor, es que les inyectaba heroína para dormirlos.
