En agosto de este año, el mundo se horrorizó gracias a la historia de un crimen de una madre hacia su hija. Un crimen que muestra que hay madres que son monstruos. Madres que no debieron serlo nunca. Porque lo que le hizo Michelle Martens a su niña (drogarla, violarla y descuartizarla), supera el horror.
La pobre Victoria Martens sufrió lo indecible por parte de su madre desalmada.
Pero su confesión es aún más espeluznante: lo que hizo con la pobre Victoria duró meses. Y su hermanito también fue su víctima.
Una rutina de horror
Por meses, organizó ataques sexuales contra sus hijos y así lo disfrutaba. De hecho, su novio, Fabián González, inyectaba con metanfetamina a la pequeña. Pero ella ya no aguantó más y murió. Entonces, los criminales decidieron descuartizarla y quemar sus restos. Toda la evidencia quedó en el baño de su casa, en Albuquerque, Nuevo México.
Michelle Martens, la madre monstruosa que planeó agresiones sexuales contra sus propios hijos.
Meses antes, también había planeado violaciones contra su otro niño, Matthew, de 8 años. Y no solo hacía que su novio actual violara a los niños. También lo hizo con sus anteriores parejas. A ella le gustaba mirar cómo les hacían daño luego de sedarlos con metanfetaminas o pastillas para dormir.
Y llegó lejos: planeó, por meses, mediante sitios de citas online, encuentros con hombres para que abusaran de sus hijos. Ella solo miraba porque eso la excitaba. Además, también tenía sexo con los hombres que le hacían eso a sus hijos. De hecho, ella usaba el sitio “Plenty and Fish” para concretar los horribles encuentros.
Fabián Martínez, quien violó a los niños mientras su madre miraba.
Pero no solo conseguía a la gente ahí. En su propio trabajo, invitó a uno de sus colegas a hacer lo mismo. Una prima de González, llamada Jessica Kelley, también participó en el abuso colectivo.
Las terribles evidencias
Ahora, durante las requisas a su vivienda, se halló una cámara que se cree que se usaba para filmar los encuentros sexuales con los menores. No se ha confirmado, pero sí asombra el cinismo de la mujer: “Ellos me amaban”, dijo, en refrencia a sus hijos. También culpó a Kelley de la muerte de la niña. La madre de Victoria, por su parte, afirma que los abusos habrían sido diarios.
Jessica Kelley, la cómplice de tales atrocidades.
Todo fue destapado cuando Martens y González salieron a los gritos diciendo que Kelley los atacó. Pero lo que halló la policía fue el rastro de su crimen. Por esta razón, los tres fueron acusados de secuestro, abuso infantil seguido de muerte, manipulación, conspiración y contribución a la delincuencia de un menor. Kelley y González también fueron acusados por penetración carnal de los niños, reportó la revista “People”.
La madre de Victoria Martens, de 10 años, confesó todo lo que le hizo a su hija antes de drogarla, violarla y matarla en su cumpleaños.
