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Nueve meses antes, la rusa Anastasia Lechtchenko fue encarcelada en Tijuana, México, acusada de haber descuartizado a su madre y hermana.
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En una entrevista con «El Universal», la joven de 19 años afirma que hace varias cosas en el penal y que todos son amalbes con ella. Afirma que su gran error fue no llamar a la Policía, pero estaba muy drogada. Que por eso llamó a una amiga y que no lo hizo. Pero esta afirmó que ella las había asesinado.
Como estaba tan drogada, no pudo declararse culpable, como le aconsejó un policía que le dió una cachetada. Luego la llevaron a diversos sitios y abusaron de ella, afirmó. También recuerda a su madre como una buena persona y que peleaban por la escolaridad interrumpida de la joven.
«Confesé algo que no hice y ahora estoy en esta situación. No pude ir a misa, no me pude despedir y eso me duele. Yo solo dije que lo hice, pero no detalles. Yo dije todo y luego ellos añadieron más», detalló. Insiste en que fue utilizada por el sistema para tenerla como chivo expiatorio y culpa a uno de los amantes de su madre del asesinato.
Afirma que cuando salga de la cárcel irá a vivir con su padre.