Un terremoto de 6,4 grados de magnitud en la escala de Richter ha causado hasta el momento 11 muertos y 475 heridos en Tainan, en el sur de Taiwán, donde 368 personas han sido rescatadas y continúa la incertidumbre sobre la cifra actual de atrapados bajo los escombros.
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La mayoría de las víctimas mortales, nueve, incluida una niña de diez días, se encontraban en el edificio Weiguan Jinlong de Tainan, del que se han rescatado ya 258 personas, dos personas más de lo esperado según cifras oficiales previas, pero varios vecinos aseguran que sus familiares aún están allí.
La televisión local SET TV comunicó que puede que aún haya más de 40 personas atrapadas en ese inmueble de 17 plantas, el más afectado entre los 14 derrumbados o seriamente dañados de Tainan, por lo que continúan las tareas de rescate con dificultad, al no disponer ya de luz natural.
El panorama en Tainan es devastador, con edificios derrumbados, otros con plantas derruidas y algunos inclinados y dañados en sus cimientos, peligros de fugas de gas e interrupción de la electricidad en la zona.
Frente al edificio Weiguan aún hay familias esperando el rescate de los suyos, con escenas de alegría, como la de una mujer que presenció el rescate de su esposo, que se alternan con otras de angustia, como el caso de una madre que no sabía nada de sus dos hijos.
«Si no les sacan, yo voy a por ellos», dijo la madre a gritos, según emitió la televisión local CTI.
Un padre de familia, apellidado Hu, recuperó las esperanzas de volver a ver a sus hijos cuando los bomberos rescataron al gato de la casa y, efectivamente, poco después sus pequeños fueron sacados de las ruinas.
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«Estaba seguro de que el gato estaría con mis hijos», dijo Hu.
El terremoto dejó 168.000 hogares sin suministro de electricidad y 40.000 sin agua, y una estación de gasolina ubicada frente a un edificio inestable ha sido evacuada y vaciada de combustible, ante el peligro de que éste se derrumbe sobre ella.
Varios automóviles y motocicletas quedaron aplastados bajo los edificios, y un campo de golf de Tainan registró grandes grietas en el terreno, algunas de más de dos metros.
El tren de alta velocidad que une el sur y norte de la isla ha interrumpido sus servicios, en un día en el que muchos taiwaneses residentes del norte van al sur para celebrar con sus familiares el Año Nuevo Lunar, cuya entrada se celebra la noche del domingo.
El presidente taiwanés, Ma Ying-jeou, y el primer ministro, Chang San-cheng, se trasladaron a Tainan para seguir de cerca las operaciones de rescate y salvamento, y mostrar sus condolencias y solidaridad con los damnificados.
«Se han preparado 1.200 camas en escuelas y otros lugares para albergar temporalmente a los damnificados», dijo a la prensa el presidente isleño, Ma Ying-jeou.
Los sismólogos taiwaneses advirtieron de que aún se esperan otros seísmos de más de seis grados en la isla este año, sin descartar que esto ocurra en las próximas semanas.
«Como la energía media anual de los seísmos de más de seis grados equivale a seis bombas atómicas y este sábado se han liberado dos, aún son probables más seísmos fuertes este año», dijo este sábado a la prensa el director de Sismología del Servicio Meteorológico isleño, Kuo Kai-Wen.
El Parque Central del Sur de Taiwán, sede de importantes fábricas de alta tecnología, interrumpió su actividad ante los cortes de electricidad, pero no ha sufrido daños graves, informó el Ministerio de Economía isleño.
El epicentro del seísmo se registró en la aldea de Meinung, al sur de Taiwán y a 16,7 kilómetros de profundidad, y sacudió el sur de la isla a las 03.57 hora local (21.57 GMT del viernes), según el Servicio Meteorológico Central.
En uno de los edificios colapsados había un banco con depósitos por valor de 30 millones de dólares taiwaneses (1 millón de dólares, aproximadamente) y en otros inmuebles algunos de los vecinos llegaron a arriesgar sus vidas para recupera objetos de valor.
Muchos de los residentes en el centro y sur de Taiwán dijeron que los temblores les recordaron el terremoto de 7,3 grados de magnitud en la escala de Richter que el 21 de septiembre de 1999 causó más de 2.400 muertos en la isla.
Hasta el momento no se han registrado víctimas de España o Latinoamérica, y varias embajadas latinoamericanas en Taiwán han informado de que sus nacionales se encuentran fuera de peligro.
Pekín ofreció su ayuda a Taiwán tras el terremoto para las labores de rescate y socorro, según anunció el portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado Chino, Ma Xiaoguang.