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Moody’s avisa que le preocupa el crecimiento y el endeudamiento en Portugal

Lisboa, 26 feb (EFE).- La agencia de calificación Moody’s advirtió hoy de que las perspectivas de crecimiento y el endeudamiento en Portugal siguen siendo «una preocupación» y consideró que la contención presupuestaria continuará durante «muchos años».

A pesar de reconocer que Portugal y otros países han hecho «mucho» respecto a reformas estructurales que les ayudarán a crecer en el futuro, la agencia pronostica una «estabilización y un regreso a un crecimiento moderado», dijo en Lisboa Kathrin Muehlbronner, vicepresidente y analista sénior de Moody’s.

Para Muehlbronner, el intenso debate sobre si el país regresará a los mercados de forma autónoma o con un colchón financiero (conocido como «programa cautelar») cuando acabe el programa del rescate el próximo junio, «no interesa demasiado».

No obstante, diferenció entre las situaciones de Portugal e Irlanda, que abandonó en diciembre pasado el programa sin ayuda.

«Irlanda es una economía más abierta, aunque en Portugal las exportaciones estén aumentando, lo que es una señal positiva. Pero tenemos que tener mayor seguridad de que el modelo de crecimiento en Portugal tendrá los resultados deseados a través de las exportaciones», manifestó.

Portugal afronta el reto de reducir su déficit público cerca de un punto porcentual a finales de 2014, hasta el 4 %, como condición incluida en el préstamo de la llamada troika, integrada por técnicos del Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

«Como alertó el FMI, la consolidación presupuestaria ha de continuar por muchos y muchos años», concluyó la analista.

Desde que Portugal firmó un rescate financiero con el FMI y la UE en mayo de 2011, el aumento de impuestos, los recortes en el sector público y las subidas de precio en servicios como la sanidad, la educación y los transportes son algunas de las medidas ejecutadas por el Gobierno para sanear las cuentas del país.

Lisboa, 26 feb (EFE).- El principal partido en el Gobierno de Portugal anunció hoy que prefiere que el país recurra a algún mecanismo de apoyo comunitario una vez finalice su programa de asistencia financiera, a mediados de mayo.

El vicepresidente de los socialdemócratas lusos, Miguel Frasquilho, defendió esta vía por considerarla más «prudente» que optar por una salida «limpia» como la de Irlanda, país que también fue rescatado por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que dejó de recibir fondos en diciembre sin ayuda adicional.

El representante del PSD (centroderecha) justificó su postura por la presión que ejercen los mercados sobre la deuda soberana lusa a diez años (en torno al 4,8 %), que todavía es sensiblemente superior a la que presentaba Dublín en el tramo final de su rescate (por debajo del 3,5 %).

Este mecanismo de apoyo al que podría recurrir Portugal consistiría en una especie de línea de crédito preventiva que funcionaría como «red de seguridad» mientras el país vuelve nuevamente a intentar colocar títulos de deuda a largo plazo.

Las palabras de Frasquilho son una novedad en Lisboa, ya que el Gobierno conservador luso ha defendido hasta ahora de forma insistente que la decisión sobre su salida del programa de asistencia financiera sería tomada en las próximas semanas, poco antes de cerrar definitivamente su rescate.

El diputado representó al principal partido en el Ejecutivo durante la reunión que mantuvieron hoy todos los grupos parlamentarios con los miembros de la troika, que se encuentran en la capital lusa desde la semana pasada para analizar los progresos en el cumplimiento de su programa de ajustes.

Frasquilho precisó, no obstante, que su grupo preferiría solicitar el apoyo de Bruselas sólo en el caso de que las condiciones exigidas a cambio de esa línea de crédito preventiva sean favorables.

En declaraciones a los periodistas, Frasquilho insistió en que será el Gobierno liderado por el primer ministro Pedro Passos Coelho -presidente a su vez del PSD- el que tendrá «la última palabra» sobre la decisión final.

Desde el Ejecutivo recordaron recientemente que Irlanda no anunció que prefería salir del rescate sin ayuda de ningún tipo hasta sólo unas semanas antes acabar el período bajo la asistencia financiera internacional, por lo que todavía cuentan con margen.

En el encuentro con la troika de hoy también participaron diputados del democristiano CDS-PP -socio del PSD en el Gobierno-, del Partido Socialista, del Partido Comunista, del marxista Bloque de Izquierda y del ecologista Los Verdes.

La izquierda volvió a ser unánime en sus críticas hacia la troika y censuró que sus representantes pretendan que Portugal mantenga su política de ajustes y recortes más allá de mayo de 2014, cuando termina su rescate.

«Dicen que es necesario apostar por el mismo camino, que continúen los cortes y que Portugal no se puede relajar», aseguró el comunista Miguel Tiago.

El portavoz del Bloque de Izquierda, Luís Fazenda, alertó de que los organismos internacionales consideran los cortes aplicados en los salarios y las pensiones del sector público como permanentes, en contraste con la posición del Ejecutivo, que incide en su carácter temporal.

Lisboa, 26 feb (EFE).- El Gobierno de Portugal quiere que sean los bancos y no los ciudadanos de los países europeos quienes paguen el coste de las futuras crisis financieras y por ello insiste en promover la unión bancaria dentro de la Unión Europea (UE).

«El objetivo (de este mecanismo) es reducir el coste de los contribuyentes en las crisis bancarias», defendió hoy la ministra de Finanzas, Maria Luís Albuquerque, durante su intervención en el Parlamento.

Albuquerque reiteró que la futura unión bancaria buscará romper con el vínculo entre «bancos y ciudadanos», lo que obligaría a la banca a tener que rescatarse a sí misma en caso de que se produzca una nueva crisis financiera.

La introducción de este mecanismo daría una mayor estabilidad financiera a los mercados bancarios y, además, aliviaría la presión sobre los presupuestos nacionales, según la titular de Finanzas lusa.

La ministra, no obstante, criticó la falta de concreción en el calendario en el seno de la UE para determinar cuándo se llevará a cabo la centralización de los mercados de garantía de depósitos.

Este tercer pilar, que cuenta con la oposición de Alemania, garantizaría los fondos de los ahorradores europeos hasta los 100.000 euros en caso de que una entidad bancaria quebrara.

«Esta indefinición deja incompleto, una vez más, el proyecto de la unión», lamentó Albuquerque.

La ministra también criticó la desventaja competitiva que sufren las empresas portuguesas frente a las alemanas, ya que las compañías lusas se ven obligadas a financiarse a un coste más elevado debido a la nota negativa que otorgan las agencias de calificación de riesgo al país.

En este sentido, matizó que el proceso de unión bancaria tendría un impacto «positivo» en la financiación de las empresas portuguesas.

«Mejores condiciones en las emisiones de deuda del Tesoro Público significan mejores condiciones para bancos y grandes empresas, lo que se traduce también en mejores condiciones para las pequeñas y medianas empresas nacionales», sentenció Albuquerque.

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