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El Tribunal Constitucional abre la puerta a un posible retraso de los comicios en Tailandia

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Bangkok, 24 ene (EFE).- El Tribunal Constitucional de Tailandia abrió hoy la puerta a la posibilidad de que se retrasen las elecciones del próximo 2 de febrero, a las que se oponen los manifestantes antigubernamentales y el Consejo Electoral.

La decisión con el voto unánime de los ocho jueces del tribunal se produjo a raíz de una solicitud de la Comisión Electoral, partidaria de posponer la votación debido a las protestas y la declaración del estado de excepción.

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Sin embargo, el Constitucional también indicó que, en caso de que se decidiera retrasarlas, el Ejecutivo y la Comisión Electoral deberán acordar una fecha alternativa mediante un nuevo decreto real, lo que parece improbable.

La primera ministra tailandesa, Yingluck Shinawatra, ha reiterado su intención de mantener la fecha de los comicios, a pesar del boicot del opositor Partido Demócrata y de los manifestantes antigubernamentales que iniciaron las protestas el pasado octubre.

«La obligación de un partido político es concurrir a las elecciones. Si las reglas y normas son rechazadas, el país no sobrevivirá», dijo la primera ministra la semana pasada.

Más de veinte partidos se presentan a las elecciones, cuya votación ya ha empezado entre los tailandeses residentes en el extranjero y el domingo comienza el voto por adelantado.

Yingluck, que se apoya en los votantes del norte y noreste, tiene en contra a gran parte de la élite burocrática, sectores cercanos a la monarquía y el Ejército, así como las clases medias y altas de Bangkok, y la mayoría del electorado en el sur.

El Partido Demócrata, liderado por Abhisit Vejjajiva, ha decidido no concurrir en los comicios y los manifestantes antigubernamentales impidieron que se registrasen candidatos en varias jurisdicciones en el sur, feudo electoral de la oposición.

Desde el miércoles, Bangkok y partes de las provincias colindantes se encuentran bajo el estado de excepción, declarada por las autoridades ante el aumento de la violencia que ha provocado al menos nueve muertos en las protestas.

La medida otorga más poderes a las fuerzas de seguridad para dispersar a las protestas, aunque el Gobierno no quiere crear más violencia y el Ejército se mantiene equidistante y reacio a intervenir contra los manifestantes.

El líder de las protestas, Suthep Thaugsuban, desafiando el estado de Excepción y dos órdenes de detención en su contra por subversión, convoca casi a diario marchas multitudinarias por las calles de la capital.

Suthep ha cerrado las puertas al diálogo y exige la formación de un consejo no electo que efectúe una reforma del sistema político, que considera corrupto, antes de que haya una convocatoria a las urnas, un proceso que duraría entre 12 y 15 meses.

Con esto pretende erradicar la influencia política del hermano de Yingluck, el ex primer ministro Thaksin Shinawatra, al que acusa de dirigir el país desde su exilio en Dubai y Londres, donde elude una condena por corrupción que le impuso un tribunal tailandés en 2008.

Thaksin, derrocado por un golpe militar incruento en 2006, ha ganado directamente o través de plataformas afines todas las elecciones en los últimos doce años.

La responsable de política exterior de la UE, Catherine Ashton, expresó su preocupación por la crisis política en Tailandia y llamó a las distintas partes a establecer «sin demora un diálogo genuino e incluyente» dentro del «marco democrático y constitucional».

La organización International Crisis Group ha advertido de que se están agotando las vías para una solución pacífica a la crisis y que la suspensión de las elecciones puede generar una espiral de violencia en el país.

«Las élites tailandesas enfrentadas -con apoyos multitudinarios- disienten fundamentalmente en cómo se debería adquirir y ejercer el poder», indicó la organización.

Bangkok, 24 ene (EFE).- Cinco personas murieron hoy en varios atentados cometidos por supuestos rebeldes musulmanes en el sur de Tailandia, donde el conflicto separatista ha causado cerca de 6.000 muertos desde 2004.

Por la mañana, un monje y un miembro de Defensa Civil que lo escoltaba perdieron la vida tras la explosión de un artefacto de fabricación casera al paso del vehículo en el que viajaban por una carretera en la provincia de Pattani.

En esta misma región, un civil de 64 años murió acribillado a tiros cuando un desconocido que conducía una motocicleta lo sorprendió en el distrito de Khok Pho, según la edición digital del diario «Bangkok Post».

Dos policías fallecieron en otro atentado con bomba en Yala que dejó un agujero de dos metros al paso de su vehículo por una carretera en la provincia de Yala.

Las autoridades locales indicaron que los ataques fueron cometidos por miembros de la insurgencia musulmana que actúa en la zona.

Los atentados con armas ligeras, asesinatos y ataques con explosivos en las provincias de Pattani, Narathiwat y Yala se repiten casi a diario, a pesar del despliegue de unos 40.000 efectivos de las fuerzas de seguridad y la vigencia del estado de excepción.

Los insurgentes denuncian la discriminación que sufren por parte de la mayoría budista del país y exigen la creación de un Estado islámico que integre las tres citadas provincias, que configuraron el antiguo sultanato de Pattani, anexionado por Tailandia hace un siglo.

Casi 6.000 personas han muerto y unas 9.000 han resultado heridas en las citadas tres provincias del sur desde que el movimiento de liberación islámico retomó la lucha armada en 2004.

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