Ankara, 30 jul (EFE).- El Ejército turco ha tenido que intervenir hoy con gases lacrimógenos para detener a unos 2.300 supuestos contrabandistas que trataban de cruzar la frontera desde el lado sirio, después de que el lunes fuera interceptado otro grupo de unos 1.000 traficantes.
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La página web del Estado Mayor del Ejército informó hoy de que sobre las 00.00 GMT las patrullas fronterizas interceptaron dos grupos distintos, uno de unas 2.000 personas, y otro de unas 350, que trataban de entrar de forma ilegal en suelo turco, principalmente para introducir gasolina de contrabando.
Los soldados usaron gases lacrimógenos y disparos de advertencia para dispersar a los supuestos contrabandistas.
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Ya ayer, otro grupo de unas 1.000 personas fue localizado cuando trataba de cruzar la frontera.
Las autoridades turcas han enviado refuerzos a la frontera para neutralizar la actividad de los presuntos contrabandistas, que se ha intensificado desde comienzos de año alimentada por el aumento de la tensión y los combates a lo largo de la frontera entre distintos grupos opositores y las fuerzas del régimen sirio.
Los traficantes, que cuentan con socios en el lado turco, se benefician del alto precio de la gasolina en Turquía, unos dos euros por litro, el doble del coste en el lado sirio de la frontera.