Buenos Aires, 29 jun (EFE).- La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, pidió hoy en un acto multitudinario apoyo a su proyecto político para «poder recuperar 50 años de atraso», de cara a las próximas elecciones legislativas del 27 de octubre.
PUBLICIDAD
En dicho acto, en el estadio del club Argentinos Juniors en Buenos Aires, Fernández presentó a los aspirantes para esos comicios por el oficialista Frente para la Victoria (FpV) y solicitó a los argentinos «unidad para poder ganar otra década más» de mandato.
«Necesitamos que unamos nuestras fuerzas. No podemos permitirnos el lujo de tener desuniones que no se pueden explicar», dijo la mandataria quien redundó en las ideas de «solidaridad» y «humildad», como principios básicos de sus políticas.
Recomendados
Culpan a enfermero de matar a cuatro pacientes inyectándoles aire
Cuatro muertos y 30 heridos deja grave accidente de tránsito en Brasil
La reina Isabel II pasó la noche en un hospital y hay intriga sobre su estado de salud
Acompañada por los candidatos oficialistas y por los gobernadores de las 23 provincias argentinas, la presidenta recordó que desde el 2003 hasta la fecha «hay una sola fuerza política que nunca cambió de nombre, porque tiene las ideas, las políticas y las acciones que permiten gobernar el país».
«Los hombres y las mujeres que hoy están aquí no son los candidatos de Cristina, sino de un proyecto nacional y popular que tengo el orgullo de dirigir», dijo.
«Son las personas que en las distintas provincias y localidades representan el modelo de crecimiento, que es un modelo económico con objetivos sociales», añadió Fernández.
La mandataria aseguró que a veces le «duele el alma» por aquellos que les «atacan, y «que también lo hacen a los que ya no están y no pueden defenderse», en referencia a su marido, el fallecido expresidente Néstor Kirchner, cuya imagen era proyectada en las pantallas durante el acto.
«Pero la memoria del pueblo es eterna y más importante que cualquier titular periodístico», afirmó Fernández, quien animó a tener «la fuerza que nos enseñó a tener Evita, la mujer más atacada de la historia».
«A cada agravio una acción de Gobierno. A Cada insulto un argentino con trabajo. Esas son las respuestas, las políticas que hemos llevado a cabo», apuntó.
La presidenta repasó algunas de esas políticas «que han ayudado a Argentina a crecer».
«Me siento orgullosa de decir que estamos volviendo a crecer, que nuestro índice de crecimiento fue de un 7 por ciento en abril», dijo Fernández y subrayó, una vez más, que la alta inflación que afecta al país es producto de «los empresarios que levantan los precios en toda su cadena de producción».
La mandataria destacó la importancia de «saber elegir de qué lado estás», y nosotros, dijo, «vamos a estar siempre del lado de los trabajadores, de los maestros, de los jóvenes, de la salud y de la educación».
«La vida rosa es una canción. Lo que hay que conseguir es un país más justo en la distribución de sus bienes y recursos. Todavía tenemos muchas cosas que les debemos a los argentinos», señaló.
Por eso -prosiguió- «los que estamos aquí, empezando por quien les habla, no somos perfectos, pero nos rompemos el alma los 365 días al año para seguir gobernando este país».
En su intervención, Fernández hizo hincapié de nuevo en la necesidad de «profundizar en la democratización de la Justicia basada en el voto popular».
«Duele a los oídos y hiere la inteligencia que nos impidan votar. Saber que puede haber un gueto que se crea sagrado y no lo pueda tocar nadie. Imagínense lo que podríamos conseguir con jueces que pudieran votar por fuera de las corporaciones», aseveró.
La mandataria finalizó reiterando su petición de unidad y ayuda a los argentinos para poder «seguir gobernando la patria».
Los comicios legislativos del 27 de octubre irán precedidos de elecciones primarias, el 11 de agosto, las segundas de este tipo que celebra Argentina.
Las elecciones de este año serán claves para definir el futuro político de Fernández, en medio de las propuestas oficialistas para una posible reforma constitucional que abriría la puerta a una nueva reelección de la presidenta.