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El documento de Río+20 es aprobado en vísperas de la cumbre y criticado por ONG

Río de Janeiro, 19 jun (EFE).- Los 193 países que participan en la Río+20 aprobaron hoy el documento que será presentado a los mandatarios que participarán en la cumbre que se inicia mañana, texto que fue elogiado por la ONU y por Brasil y duramente atacado por las ONG.

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Con el visto bueno final de todas las delegaciones, el documento denominado «El futuro que queremos» quedó listo para ser presentado a los cerca de cien Jefes de Estado o de Gobierno que hasta el viernes participarán en la cumbre de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible Río+20.

La Unión Europea, que en días pasados había considerado poco ambicioso el documento, aprobó el texto consensuado pese a que no recoge varias de sus demandas.

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El grupo europeo manifestó en un comunicado que el acuerdo avanza en las metas del desarrollo sostenible y en el reconocimiento del papel de la «economía verde» como un instrumento para conseguir esos objetivos.

«Hoy el mundo ha indicado que debemos movernos hacia el desarrollo sostenible y que la economía verde e inclusiva es un instrumento central para conseguirlo», afirmaron la presidenta del Consejo Europeo de Medio Ambiente, Ida Auken, y el comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik, en un comunicado conjunto.

El texto acordado, que tiene 283 párrafos distribuidos en seis capítulos y 49 páginas, se basa en la propuesta presentada el pasado sábado por Brasil, que redujo significativamente el número de párrafos del original que comenzó a negociarse en Nueva York (200 páginas) y eliminó las partes que generaban más discrepancias.

Según diplomáticos brasileños, los asuntos más polémicos fueron arreglados con textos conciliadores y sin muchas especificaciones.

Las divergencias en torno al fortalecimiento del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), por ejemplo, fueron superadas con una nueva redacción que sin embargo no convierte a ese organismo en una agencia de medio ambiente, como defendían los europeos.

El asunto que más fricciones provocaba era el de los «medios de implementación», es decir, los recursos necesarios para financiar los proyectos de desarrollo sostenible y la transferencia de tecnología.

Tras descartarse una propuesta de los países pobres para la creación de un fondo con 30.000 millones de dólares anuales, el texto cita fondos de múltiples orígenes, como privados y de instituciones multilaterales, para no limitar la financiación a las ayudas de los países ricos a los pobres.

En torno a la «economía verde», otro tema polémico, el documento reconoce que «existen diferentes abordajes, visiones, modelos y herramientas disponibles para que cada país, según sus circunstancias y prioridades nacionales, pueda alcanzar el desarrollo sostenible».

Algunos países pobres, así como las ONG, consideran que la «economía verde» es una herramienta del capitalismo para apropiarse y comercializar los recursos naturales, como el agua y los bosques.

El texto fue elogiado por el secretario general de la Río+20, Sha Zukang, que destacó que si las acciones aprobadas son implementadas y si las medidas de seguimiento son cumplidas, «el documento provocará una tremenda diferencia en la generación de un cambio global positivo».

El canciller brasileño, Antonio Patriota, lo calificó como «satisfactorio» pese a decir que se siente frustrado con algunos puntos modificados o no aprobados.

Patriota destacó que el texto incorpora un fuerte acento social, reconoce como el «mayor desafío» para la humanidad la erradicación total de la pobreza y establece que la búsqueda de un desarrollo sostenible debe ir de la mano con la procura de la equidad.

El canciller dijo que uno de los asuntos que más le frustró fue la modificación de un párrafo sobre los «derechos reproductivos» de las mujeres, que acabó refiriéndose a la «salud» reproductiva al parecer por presiones del Vaticano y algunos países árabes.

Las ONG que participan en la Cumbre de los Pueblos, paralela a la Río+20, reaccionaron inmediatamente con duras criticas al documento aprobado.

«Río+20 se transformó en un fracaso épico. La Conferencia falló en términos de equidad, de ecología y de economía», afirmó el director de políticas públicas de Greenpeace, Daniel Mittler.

Para el WWF, el documento está «lejos de ser satisfactorio desde cualquier punto de vista».

«Esta cumbre podría haber terminado antes de comenzar. Los líderes mundiales que llegan esta noche deben empezar de nuevo. Casi mil millones de personas que padecen hambre se merecen algo mejor», alegó por su parte la organización Oxfam.

Río de Janeiro, 19 jun (EFE).- Casi todos los países latinoamericanos estarán representados a partir de mañana a nivel presidencial, con contadas excepciones, en la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible Río+20.

Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Venezuela son los únicos países de la región que han confirmado que no enviarán a Río de Janeiro a sus más altos representantes por diferentes motivos.

Brasil y la ONU han señalado que más de un centenar de jefes de Estado o de Gobierno participarán entre mañana y el viernes en la cumbre de la Río+20, pero se han abstenido de precisar quiénes han confirmado su presencia.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, que se recupera del tratamiento contra el cáncer, estará representado en Brasil por su canciller, Nicolás Maduro.

El jefe de Estado de Paraguay, Fernando Lugo, anunció hoy la cancelación de su viaje a Río por el grave conflicto armado entre policías y campesinos que causó la muerte a 17 personas el viernes pasado.

Ese tiroteo, ocurrido en el desalojo de una hacienda ocupada por los campesinos «sin tierra», motivó una declaración de condena a la intervención policial por parte de los movimientos sociales que se citan en la Cumbre de los Pueblos, el principal evento alternativo a la Río+20.

Panamá estará representado en Río por su vicecanciller, Francisco Álvarez De Soto, y por el ministro de Desarrollo Agropecuario, Óscar Osorio, mientras que Honduras enviará a su canciller, Arturo Corrales.

La factura de 20.000 dólares que habría costado el viaje fue el motivo que llevó a Guatemala a cancelar la participación de su vicepresidenta, Roxana Baldetti, ya que el Gobierno está adoptando medidas de austeridad y ha preferido enviar solo a su canciller, Harold Caballeros.

Para evitar la desbandada de los países con menos recursos económicos, Brasil se ofreció a costear el viaje de varias naciones caribeñas y africanas.

Los aviones de la Fuerza Aérea brasileña trasladarán a Río a los representantes de Barbados, Granada, San Cristóbal y Nieves, Antigua y Barbuda, Dominica, Liberia, Cabo Verde, Sao Tomé y Príncipe, Malaui y Sierra Leona.

A pesar de esas ausencias, América Latina será una de las regiones con una representación de más alto nivel en la cumbre puesto que muchos líderes europeos al parecer tampoco vendrán a Río por el alto coste del viaje, especialmente en tiempos de crisis.

Río de Janeiro, 19 jun (EFE).- El documento aprobado hoy por los delegados de los 193 países que participan en la Río+20 y que será presentado mañana a los mandatarios será capaz de generar un cambio global positivo, según el secretario general de la reunión, Sha Zukang.

«Consideramos que el texto incluye numerosas acciones», afirma un mensaje de Zukang leído en el Riocentro, el centro de convenciones de Río de Janeiro en el que se celebra la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Río+20.

El diplomático calificó el contenido del documento como muy positivo pese a que algunos grupos negociadores lo consideran como poco ambicioso y las organizaciones no gubernamentales lo tildan de un «fracaso».

«Si esas acciones (aprobadas) son implementadas, y si las medidas de seguimiento son cumplidas, el documento provocará una tremenda diferencia en la generación de un cambio global positivo», asegura.

Zukang considera que el texto es fruto de intensas y prolongadas negociaciones y contiene compromisos claros.

«Como en todas las negociaciones, algunos países considerarán que el texto podría ser más ambicioso y otros que sus propuestas podrían estar mejor reflejadas. Pero tenemos que ser claros: en negociaciones multilaterales es necesario dar y recibir», aseguró.

«Este es el único camino a ser seguido si queremos aprovechar las medidas necesarias para avanzar en conjunto en un camino de desarrollo sostenible. Personalmente, estoy muy satisfecho de que las delegaciones se hubieran unido para garantizar el éxito de la Conferencia y del futuro que queremos», concluyó.

Con el visto bueno final de todas las delegaciones, el documento, denominado «El futuro que queremos», quedó listo para ser presentado a los cerca de cien jefes de Estado o de Gobierno que desde mañana y hasta el viernes participarán en la Cumbre de la Río+20.

El texto acordado, que cuenta con 283 párrafos distribuidos en 6 capítulos y 49 páginas, tiene como base la propuesta brasileña, que redujo significativamente el número de párrafos del original que venía siendo negociado en Nueva York (200 páginas) y eliminó las partes que generaban más discrepancias.

Sin embargo, las ONG criticaron duramente el texto aprobado.

«Río+20 se transformó en un fracaso épico. La Conferencia falló en términos de equidad, de ecología y de economía», afirmó el director de políticas públicas de Greenpeace, Daniel Mittler.

Para el WWF, el documento está «lejos de ser satisfactorio desde cualquier punto de vista»

«Esta cumbre podría haber terminado antes de comenzar. Los líderes mundiales que llegan esta noche deben empezar de nuevo. Casi mil millones de personas que padecen hambre se merecen algo mejor», alegó por su parte la organización Oxfam.

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