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Abierta la segunda vuelta de las legislativas en Irán sin apenas repercusión

Teherán, 26 abr (EFE).- Sin repercusión pública y con escaso interés por parte del régimen se abrió hoy la campaña para la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Irán, donde el sector más ultraconservador del sistema islámico ya copó la Cámara en la primera ronda.

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Tras una semana de campaña oficial, el próximo 4 de mayo se elegirán, entre 130 candidatos, los 65 diputados que quedaron pendientes el pasado 2 de marzo, de los 290 escaños que componen el Parlamento.

De esos 65 diputados, 25 se deben elegir en la circunscripción de Teherán, la mayor del país, donde en la primera vuelta sólo 5 de los 30 que corresponden a la capital consiguieron el 25 por ciento de votos necesarios para no acudir a la segunda ronda, y los otros 40 en 32 circunscripciones menores.

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Un total de 225 escaños, un 75 por ciento de ellos obtenidos por aspirantes ultraconsevadores «principalistas», unidos en torno al líder supremo, Ali Jamenei, quedaron ya adjudicados el mes pasado en la primera ronda, en los que el entorno del presidente, Mahmud Ahmadineyad, perdió gran parte de su fuerza.

El cambio en el ambiente político internacional, con Irán aparentemente más próximo a Occidente en las conversaciones sobre la cuestión nuclear, también ha calmado el discurso del régimen, que parece esperar un acuerdo en la negociación con las potencias del Grupo 5+1, que se ha de reanudar el 23 de mayo próximo en Bagdad.

En la primera vuelta, todo el sector oficial de la República Islámica, con el ayatolá Jamenei a la cabeza, se esforzó por demostrar que una amplia participación, que según las cifras oficiales alcanzó el 64 por ciento, demostraba el apoyo popular al régimen, de cara al inicio de las conversaciones con el 5+1.

Ahora, después del primer encuentro el pasado 14 de abril en Estambul con el 5+1, formado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania, la negociación parece encauzada en cierta medida, según fuentes de ambos lados, y el régimen no necesita mostrar más fuerza y hostilidad a Occidente.

De hecho, según dijo a Efe una fuente diplomática europea, los cinco negociadores iraníes en la reunión de Estambul «representaban la línea del líder supremo», tradicionalmente reacio a entenderse con Occidente, por lo que los avances en acuerdos en materia nuclear, por modestos que puedan parecer, resultan importantes.

Incluso el lenguaje de Israel y EEUU respecto a Irán, que hace dos meses se centraba en amenazas de ataques militares para frenar el programa nuclear iraní, que creían que tenía una vertiente armamentista, lo que Teherán niega tajantemente, ha cambiado y se ha suavizado.

Dentro de Irán, el aparente perdedor de las legislativas ha sido Ahmadineyad, cuyo entorno ha conseguido una representación muy escasa en el Parlamento, aunque el modo de elección en Irán, donde los diputados son elegidos individualmente, aunque estén adscritos a partidos o grupos, puede dar sorpresas en el futuro.

Ahmadineyad y sus partidarios, calificados de «desviacionistas» por los principalistas, que les acusan de poner en duda la dirección religiosa en el régimen teocrático musulmán chií de la República Islámica, ya han empezado a encontrar nuevas dificultades en el Parlamento saliente para desarrollar su programa de gobierno.

Así las cosas, con trabas en cuestiones presupuestarias y económicas en el legislativo, Ahmadineyad no podrá presentarse a las presidenciales del año próximo, al finalizar en 2013 el segundo periodo consecutivo que le permite la Constitución en el cargo.

Previsiblemente, tendrá también muy difícil el situar a alguien de su entorno como candidato del régimen a la Presidencia y, seguramente, será alguien de la confianza de Jamenei quien ocupe el cargo a partir del próximo año.

Hoy, en la apertura de la campaña, que concluirá el 3 de mayo a las ocho de la mañana, 24 horas antes de la apertura de los colegios electorales, en Teherán no se observaba ningún tipo de propaganda y los diarios ni siquiera comentaban su inicio ni la convocatoria de actos proselitistas.

Sólo alguna de las emisoras de televisión oficiales, en noticias muy escuetas, daban cuenta de que la campaña estaba abierta, lo que da una idea del desinterés público en la elección, en la que el sector reformista del régimen también ha quedado marginado.

Chema Ortiz

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