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El fiscal hondureño dice que el incendio en el penal fue accidental y aumentan a 360 los muertos

Tegucigalpa, 21 feb (EFE).- El fiscal general de Honduras, Luis Rubí, avaló hoy la tesis de que el fuego que consumió la cárcel de Comayagua se desató accidentalmente, mientras se elevó a 360 la cifra de muertos y se reconoció la heroicidad de un reo que será indultado por el presidente del país, Porfirio Lobo.

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El incendio «fue un acto meramente accidental y no inducido por mano criminal», señaló Rubí a periodistas, apoyado en los resultados preliminares de las investigaciones del Ministerio Público y de expertos de la Agencia de EE.UU. de Tabaco, Armas y Explosivos, que llegó dos días después del siniestro para colaborar con las investigaciones.

«Todo indica hasta este momento de las investigaciones realizadas, que no se ha podido determinar que han existido actos dolosos encaminados a decir que se produjo como consecuencia de un acto criminal», subrayó Rubí a Canal 5 de la compañía Televicentro.

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La noche del pasado 14 de febrero el penal de Comayagua, en el centro de Honduras, fue arrasado por un voraz incendio que en cinco minutos acabó con la vida de casi un tercio de la hacinada población penal, de unas 850 personas.

El fiscal añadió que el siniestro fue «de tanta intensidad, que en cinco a diez minutos prácticamente se produjo el desastre», que «llegó a alcanzar temperaturas arriba de los 2.000 grados» centígrados «dentro del interior del centro penal».

«Esa tragedia dio lugar a que tantas víctimas fallecieran en una forma tan rápida», acotó.

El informe completo de la peor tragedia en la historia del deficiente sistema penitenciario de Honduras estaría listo en unos quince días, según Rubí.

Por otro lado, el médico Manuel Boquín, del Hospital Escuela, informó que Juan Ángel Irías, de 66 años, murió hoy «debido a la severidad de las lesiones que sufrió al momento del incendio».

Irías era uno de los diez presos ingresados el miércoles pasado en el mismo nosocomio a causa de quemaduras, de los cuales seis murieron entre ese día y el domingo pasado mientras que los otros tres están en situación «estable pero crítica», según Boquín.

Una de las 360 víctimas era una mujer que visitaba a su marido, de acuerdo a la información oficial.

Forenses hondureños, chilenos, salvadoreños, guatemaltecos, mexicanos y peruanos han identificado hasta este martes a 70 de los fallecidos, en un proceso que ha sido criticado por los familiares por lo lento, a quienes solo les han entregado 33 cuerpos.

Los forenses han realizado en total 277 autopsias hasta este martes, añadió hoy el portavoz del Ministerio Público, Melvin Duarte, en declaraciones a los periodistas.

De otro lado, el presidente Lobo dijo hoy que concederá el indulto al reo Marco Antonio Bonilla, de 50 años, porque salvó a varios de sus compañeros durante el voraz incendio.

El gobernante indicó que ha recibido información de que el reo conocido como «El Chaparro» y «El Enfermero» expuso su vida «increíblemente» para salvar la de varios de sus compañeros, abriendo barrotes de las celdas para que pudieran salir y escapar de las llamas.

Lobo hizo el anuncio durante la reunión del Consejo de Ministros, en la que instruyó al titular del Interior y Población, Áfrico Madrid, para que inicie los trámites, aunque no precisó la fecha en que otorgará el perdón a Bonilla.

Bonilla lleva casi 18 años en prisión y le restan cuatro y medio para cumplir una condena por la muerte de una persona y las heridas causadas a otras dos cuando salió en defensa de su padre, Pedro Bonilla (91 años), quien era víctima de una supuesta agresión, según una versión difundida el lunes por el diario local La Tribuna.

Después del Consejo de Ministros, Lobo visitó a familiares de los fallecidos albergados en el Instituto de Formación Profesional (Infop), quienes le entregaron un pliego de peticiones, entre ellas «un sistema de información permanente» y «que se apruebe la Ley Penitenciaria».

La mayoría de las 24 cárceles que integran el sistema penitenciario de Honduras funcionan en edificios obsoletos, algunos con más de un siglo, y en total hacinamiento, pues albergan unos 13.380 reos cuando su capacidad máxima es de 8.280, según el estatal Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Ramón Custodio.

Cuando Lobo salía del Infop, la madre de un reo fallecido, que se le había acercado para hacerle una petición, se desmayó entre el asombro del gobernante y sus guardias de seguridad, que la auxiliaron.

Se trata de Petrona Moreno, madre de Edwin Vásquez, uno de los 360 fallecidos en Comayagua, donde la otrora cárcel modelo de Honduras se convirtió en trampa mortal.

Tegucigalpa, 21 feb (EFE).- El presidente hondureño, Porfirio Lobo, aprobó hoy la creación de una comisión orientada a revisar la problemática de las cárceles del país, tras el incendio que arrasó la Granja Penal de Comayagua, que ha dejado 360 muertos.

Lobo, en un Consejo de Ministros, mediante decreto ejecutivo creó la Comisión Interinstitucional para la Atención y Prevención de la Situación Penitenciaria del País, que se encargará de revisar la infraestructura de las cárceles hondureñas, entre otras atribuciones, según informó la sede del Ejecutivo en un comunicado.

La nota oficial añade que se buscan soluciones rápidas y que «ya hay ofertas internacionales» para resolver el problema de los centros penales, «principalmente» en la Granja de Comayagua, en la zona central de Honduras, arrasada por un incendio la noche del pasado 14 de febrero.

La comisión revisará los programas de rehabilitación de los privados de libertad y la estructura administrativa, capacitación y contratación del personal.

La Comisión Interinstitucional para la Atención y Prevención de la Situación Penitenciaria estará integrada por los secretarios de Seguridad, Pompeyo Bonilla; Justicia y Derechos Humanos, Ana Pineda; Interior, Áfrico Madrid; Desarrollo Social, Hilda Hernández y Planificación, Julio Raudales, entre otros.

El 15 de octubre de 2010 se aprobó un decreto ejecutivo que declaró en estado de emergencia nueve centros penitenciarios, que vence este mes, y hoy el secretario de Seguridad, Pompeyo Bonilla, solicitó una nueva ampliación por ocho meses.

La secretaria de Justicia y Derechos Humanos dijo que con la creación de la comisión se generarán oportunidades de rehabilitación para los reclusos y se mejorarán las instalaciones de las diferentes cárceles del país.

Tegucigalpa, 21 feb (EFE).- La causa del incendio en la cárcel hondureña de Comayagua, que dejó 360 muertos, «fue accidental», confirmaron hoy en Tegucigalpa expertos de la Agencia para el Control del Alcohol, Tabaco y Armas de Estados Unidos (ATF, sigla en inglés).

El Equipo de Respuesta Internacional (IRT) de la ATF concluyó su investigación con autoridades hondureñas del Ministerio Público y el Cuerpo de Bomberos y «ha determinado que la causa del incendio fue accidental», según un comunicado de la Embajada de EE.UU. en Tegucigalpa.

«En base a los hallazgos de la IRT, la causa del fuego se cree (pudo) haber sido una llama abierta (el origen del cual podría incluirse, pero no se limita a, un cigarro, un encendedor, fósforos, etc.), aunque la fuente real de la ignición no fue recuperada», subraya la nota de prensa.

También señala que el fuego habría iniciado en la zona superior de dos literas en la cuarta columna, a lo largo del área occidental del módulo seis de la Granja Penal hondureña de Comayagua, lo que encendió los materiales inflamables cercanos.

Horas antes, el fiscal general del Estado, Luis Rubí, había informado a un canal de la televisión local, citando información que le habían proporcionado los dos equipos de investigación, uno hondureño y otro a cargo de la ATF, que la causa del siniestro en la cárcel, ubicada en el centro del país, fue «accidental».

Rubí también dijo que se descartaba un cortocircuito o el uso de gasolina en el siniestro, como extraoficialmente habían informado algunos medios locales, citando como fuentes a presuntos reos fugados.

«Durante el curso de la investigación, la IRT fue capaz de descartar otras causas posibles del fuego, tales como un rayo, causas eléctricas o el uso de líquido inflamable o combustible». subraya el informe de la ATF.

La IRT preparará un informe oficial que será remitido por la sede de la ATF a la embajada estadounidense en Tegucigalpa para que luego sea entregado al Gobierno que preside Porfirio Lobo.

El informe destaca que «si bien la causa del fuego ha sido clasificada como accidental, este trágico suceso ha centrado la atención en las prácticas inadecuadas de seguridad en el sistema penitenciario hondureño».

Esas prácticas inadecuadas son «la superpoblación (de reos), la presencia de materiales inflamables, la falta de personal en servicio y la falta de un plan de evacuación viable para los reclusos».

«Estados Unidos urge a una acción rápida en la elaboración y promulgación de reformas necesarias para garantizar la seguridad, la salud y los derechos humanos de los prisioneros hondureños con el fin de prevenir tragedias similares en el futuro», concluye el informe preliminar sobre la tragedia en la prisión de Comayagua.

Uno de los diez reos quemados en el incendio de la cárcel que fueron hospitalizados el 15 de febrero murió hoy, con lo que la cifra de fallecidos ascendió a 360.

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