Todos por Medellín

“Recuperar la unión y velar por que esta se mantenga y jale hacia los destinos de progreso que deben jalar, ajena a politiquerías, corruptelas e intereses turbios; es un deber que tenemos todos los ciudadanos de Medellín”: Andrés ‘Pote’ Ríos

El pasado 25 de agosto se anunció la creación de la veeduría ciudadana Todos por Medellín, que busca “cuidar el patrimonio público, defender las empresas de nuestra ciudad y promover la participación ciudadana”. Lo anterior nace ante la crisis que desató la renuncia de las juntas directivas de EPM y de Ruta N por el manejo que el alcalde le ha dado a situaciones graves e importantes para la ciudad y el país. Esto ha desencadenado en un quiebre en la confianza y en la alianza entre la academia, los empresarios y el Estado (alcaldía-gobernación), que históricamente han hecho que Medellín sea un sólido bloque de trabajo y progreso, y haya superado situaciones adversas de su historia reciente.

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Recuperar la unión y velar por que esta se mantenga y jale hacia los destinos de progreso que deben jalar, ajena a politiquerías, corruptelas e intereses turbios; es un deber que tenemos todos los ciudadanos de Medellín. «Lo público es de todos», reza uno de los apartes del manifiesto de Todos por Medellín, y sí, eso también es un deber y si esta veeduría nace bajo esa premisa, creo que ya tiene un trecho ganado.

Las acciones del alcalde Quintero han generado una división, quebró lo que estaba unido (ver mi columna sobre este tema) y, como suele ser más contagioso que el mismo covid-19, la polarización no se hizo esperar y, con ella, la respectiva politización de este tema. La cosa ya va en una lucha entre ricos y pobres, en la que Quintero luce como una especie de Robin Hood, el asunto ya se muestra como una lucha entre la derecha y la izquierda, entre Uribes y Petros, entre víctimas y victimarios. Y ahí, en la mitad de ese fétido sándwich, estamos los ciudadanos de esta gran ciudad. Otra razón más para ver en esta veeduría un motivo de apoyo, de trabajo en equipo y de sentido pertinente.

En su manifiesto y las declaraciones de su vocera, Piedad Restrepo, reconocida por liderar la iniciativa Medellín Cómo Vamos, se afirma que Todos por Medellín “funcionará con un criterio ciudadano amplio, para que toda la sociedad se pueda sentir plenamente representada. Promoverá la participación ciudadana, clave para la gobernanza y la protección de lo público”.

Leo palabras como el respeto y la construcción de un proyecto para una sociedad incluyente. Veo también que están y firman voces diversas que representan a las universidades, sindicatos, gremios, organizaciones sociales, culturales, fundaciones y personas naturales. Observo además que se regirá por datos, información y hechos confiables.

Otro aspecto fundamental que me queda de su manifiesto, que encuentran y pueden leer con más detenimiento en su página web: https://todospormedellin.org/, es lo siguiente : “Se comunicará abierta, clara y constructivamente con las comunidades y, en general, con todos los ciudadanos de Medellín. No será vehículo ni espacio para el activismo y la proyección política de plataforma, partido o persona alguna”.

Esto es algo que tenemos que entender todos, empezando por el propio Daniel Quintero. Acá, en esta veeduría, tienen espacio los de arriba, los de abajo, de la derecha, izquierda o el centro. Acá no hay un activismo electoral y por ello es importante (como digo en casi todas mis columnas) el cómo por encima del qué.

Celebro y adhiero la creación de Todos por Medellín. Era necesaria, hubiera sido muy necesaria también con la alcaldía anterior de Federico Gutiérrez, será necesaria siempre. Lo público es más que lo estatal, lo público es usted, yo, el de al lado y el del frente. Medellín es de todos y todos por Medellín, no en vano todo no va a estar bien si se está obrando mal. Enhorabuena.

Por Andrés ‘Pote’ Ríos / @poterios

 

 

 

 

 

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