Durante las audiencias de control de garantías se conoció la forma como estarían actuando los agentes de tránsito. Así habría operado el denominado ‘cartel del silbato’ en Bello.
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El 1 de octubre se destapó el escándalo que involucra a los funcionarios de la Secretaría de Movilidad de Bello y Medellín.
En la investigación, que duró más de un año, se realizaron interceptaciones telefónicas y vigilancias en las calles.
Según conoció El Colombiano, la investigación inició en julio del 2017 y se registraron 400 actos de corrupción en 2000 interceptaciones telefónicas.
El escándalo
Los primeros detenidos podrían enfrentarse a cargos por concierto para delinquir, prevaricato por omisión, concusión, revelación de secreto y corrupción al sufragante.
Según la Fiscalía esta red habría establecido relaciones de alto nivel con funcionarios de la Fiscalía, la Judicatura y la Alcaldía de Bello.
Quienes les estarían solicitando ayuda y por ende, acudían a sus servicios ilícitos, por lo que próximamente habrá una segunda fase de la operación.
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Hasta el momento todos los vinculados se declararon inocentes de ser parte de esta red.
Los servicios
Según la Fiscalía, los funcionarios estarían abusando de su poder y defraudaban a la administración pública.
La finalidad era cobrar dinero a los infractores de tránsito para que no fueran sancionados.
Además, borraban de forma reiterada las fotodetecciones en el municipio de Bello.
Cuando se pretendía hacer un operativo sorpresa en las calles, el ‘cartel del sibato’ filtraba la información.
Además, las interceptaciones revelaron nueve ocasiones de presuntamente la compra de votos.
Por el momento se espera la decisión del juez de la medida de aseguramiento mientras se adelanta el proceso.