“El Teatrico más que ladrillos es una comunidad que disfruta del arte y la cultura”: German Carvajal

¿Cómo empezó la historia de El Teatrico?

Esta es una historia que, prácticamente, es de mi vida artística. Llevo 35 años en el medio de la creación artística, concentrado en temas de comedia y de música. Hace bastante tiempo habíamos pensado con Leonardo Jiménez, un espacio,  no solo para presentar lo nuestro sino también para darle escenario a artistas y a obras que creemos que merecen una mayor proyección. Hace 10 años mi esposa y yo logramos reunir a la familia para que nos apoyara en el proyecto y así creamos una empresa familiar y se empezó a construir el edificio, que hace seis años abrió sus puertas.

Se presentaron1730 funciones, cerca de 600 artistas y más de 250 eventos gratuitos, debemos llegar al cierre del espacio que esperamos sea temporal.

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¿Qué fue lo que pasó y que llevó al cierre de El Teatrico?

El Teatrico es una sociedad familiar y hace algunos meses se le autorizó a los socios convertir en patrimonio el edificio. Entonces El Teatrico se quedó sin el espacio en donde seguir desarrollando su proyecto cultural.

¿Existió la posibilidad de arrendar el edificio?

Las aspiraciones del nuevo dueño sobre el canon del arrendamiento, tiene un valor tan alto que nosotros no lo podríamos pagar con este proyecto cultural.

Pero, ¿intentaron negociar?

Tuvimos muchas reuniones con el nuevo propietario, haciéndole ver la importancia de darle continuidad al proyecto en esta sede, que se diseñó para que funcionara un teatro. Inicialmente se planteó una sociedad, se exploró la posibilidad de pagarse con un porcentaje de los ingresos de la sala y finalmente un canon más bajo. Pero al ser adquirido como una inversión, si se enfoca en arte y cultura, las ganancias no son las esperadas por este tipo de inversionistas, así que no pudimos llegar a ningún acuerdo.

¿Cuándo fue la última función?

El 30 de junio fue la última función y desde ese día hemos tenido que abandonar la sede. Recogimos todas las pertenencias del teatro para arrumarlas en un lugar, todas nuestras utilerías y nuestras escenografías, hasta poder encontrar un nuevo escenario y poder continuar con nuestra actividad cultural.

Mientras eso sucede, ¿lo harán en algún otro espacio?

Por lo pronto, lo haremos en otros escenarios de la ciudad que nos acojan. El próximo 20, 21 y 27, 28 de julio estaremos en la Casa Teatro Poblado, con una obra que se llama Humor Inmarcesible.

¿Cuál ha sido la reacción del gremio cultural de la ciudad?

Una de las cosas más bonitas que nos ha dejado esta situación para El Teatrico, es la solidaridad, tanto del público, de personas que alguna vez estuvieron allí viendo un espectáculo o de artistas que han pasado por nuestras salas y también algunas universidades, que nos han ofrecido sus espacios. Algunas personas nos han ofrecido espacios para dejar nuestras cosas mientras buscamos un lugar definitivo. También teatros de la ciudad nos han ofrecido la alternativa de escenarios para presentar la agenda que teníamos programada y no alterar la programación. Todo esto lo hemos venido considerando.

¿Cuál es el futuro para El Teatrico?

Hemos dicho que queremos seguir trabajando, nuestras convicciones son profundas. Cuando nos metimos en el tema del arte y la cultura no dependíamos exclusivamente de un espacio físico o de este edificio. El Teatrico más que ladrillos es una comunidad que disfruta del arte y la cultura. Lo queremos seguir haciendo, esta es una oportunidad para transformarnos y, posiblemente, también para conseguir un nuevo espacio que tenga menos cargas y menos costos.

¿De qué se trata la iniciativa de arma tu vaca?

Parte del público de El Teatrico ha iniciado una iniciativa en la plataforma armatuvaca.com y ahí ha empezado a aportar recursos para lograr en un futuro una nueva sede para El Teatrico. Nuestra empresa es la que está administrando esos aportes y todo lo que la gente nos done se los devolveremos en boletería de nuestros espectáculos y al final van a ser socios honorarios. La propiedad de la nueva sede estará en cabeza de una fundación para que sea una propiedad social y de todos los que aporten.

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