Durante los últimos meses se ha desatado una ola de violencia que enciende las alertas por la violación a los derechos humanos de los habitantes de San Javier, Comuna 13 de Medellín.
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Lo que más causa intranquilidad es que todos estos actos se estarían presentando en medio de una amplia presencia militar y policial en la comuna, por lo que pocos se explican cómo puede ser posible que las balaceras se presenten a cualquier hora del día.
Juan Fernando Gómez Gómez, personero delegado de los Derechos Humanos, expresó su preocupación por el aumento en la vulneración de los derechos humanos de los ciudadanos que habitan en la comuna 13 durante mayo.
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“Pese al aumento en el pie de fuerza y la presencia institucional por parte de las autoridades en la comuna 13, los indicadores en cuanto al aumento del desplazamiento interurbano y el número de homicidios han venido creciendo”, dijo Gómez.
Según el personero delegado, el desplazamiento interurbano aumentó un 171% en mayo con respecto al mes inmediatamente anterior, lo que significa que cerca de 87 personas han llegado a pedir ayuda a la Unidad Permanente de Derechos Humanos de la ciudad.
Durante mayo se reportaron un total de 62 homicidios, lo que lo convierte en el mes más violento en lo que va del año. En la comuna 13 se ha registrado un aumento del 50% de los asesinatos; es decir, se presentaron 27 casos entre el 1 de enero al 31 de mayo de 2018, mientras que en el mismo periodo del 2017 se reportaron 18.
“La vida es sagrada, es el derecho fundamental y el que mayor protección por parte del estado y de la sociedad debe tener, infortunadamente de 28 homicidios que se han presentado a lo largo del año en la comuna 13, 12 han sido en el mes de mayo, lo que representa un incremento del 43%”, dijo Gómez.
Gómez es enfático al decir que estas cifras reafirman la posición que ha tenido la Personería de Medellín, con respecto a que las medidas de choque y la presencia institucional de la fuerza pública, porque no bastan para cesar el accionar de las estructuras al margen de la ley en contra de la población civil y que vulneran sus derechos.
“En esos recorridos que hemos hecho en la comuna 13 hemos podido evidenciar, y la comunidad lo ha manifestado, que la presencia institucional no ha sido de manera integral, hay una presencia que no es continua en el tiempo, por lo que no se logran consolidar los procesos y por ende cerrar esos círculos de violencia que a lo largo del tiempo ha tenido la comuna 13”, agregó el delegado.
Además, el personero delegado dijo que en la comuna 13 se le deben mejorar las condiciones de vida a sus habitantes, “porque será con lo único que se le puede ganar a la violencia y que puedan romper el círculo de violencia. Además, hay que arrebatarle a los niños, niñas y jóvenes que hoy son los que se ven inmiscuidos en los homicidios y en casos de vulneración a la vida y a la integridad”.
La búsqueda de la solución
Luis Guillermo Pardo, ex asesor de Paz de la Gobernación de Antioquia, fue claro al decir que desde hace mucho le ha planteado al alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, que la seguridad no es mediática, que el territorio se construye es en los microterritorios y que el Ejército no debe estar en la ciudad.
“El Ejército no tiene nada que estar haciendo en la comuna 13. El Ejército es para cuidar fronteras semiurbanas, rurales e internacionales. Además, la detención de cabecillas no es la solución al problema, esa es una solución solo de criminología porque en el tema del conflicto urbano, un cabecilla es fácilmente reemplazable”, dijo Pardo.
Adicionalmente, el experto indicó que lo que primero se debe atacar son las rentas criminales, que son el microtráfico, la extorsión y vacuna, la falsificación de productos, prostitución, explotación sexual de niños, niñas y adolescentes, la extracción ilegal de combustible y el corredor ilegal que está ubicado en las montañas del occidente.
“Si no se desarrolla una intervención de seguridad acompañada de una intervención de paz y convivencia no habrá solución al conflicto urbano. Lo que sigue pasando es porque no se está enfrentando el conflicto urbano como se debería hacer”, agregó.
El miedo en la comunidad
James Zuluaga, habitante y miembro del comité de derechos humanos de la comuna 13, reveló que la situación en los últimos meses ha empeorado y el miedo se está apoderando de la comunidad.
“Tenemos una gran preocupación por el aumento de los homicidios, cerca de 30 asesinatos en los dos últimos meses y mayo llegó a los 62. Es una cifra bastante preocupante, porque afecta la comuna 13, pero también a las que son colindantes. Lo peor es que los enfrentamientos han dejado personas heridas por balas perdidas”, dijo Zuluaga.
Además, personas inocentes están perdiendo la vida, como el caso de un adolescente de 16 años, el joven que vendía aguacates y el que hacía domicilios en la tienda. “Eso ha generado que muchas personas empiecen a migrar por temor a que los asesinen, es un desplazamiento sin amenazas. Pero también hay con amenazas, en el caso de las personas que estaban repartiendo el panfleto de los más buscados”, reveló.
Respecto a la presencia de la fuerza armada, Zuluaga insiste en que se debe reevaluar a los policías que viven y trabajan en la comuna, para que ejecuten una rotación y puedan designar policías de otros sectores.
“Tenemos policías que llevan viviendo más de 10 años aquí y eso les ha permitido tener cercanía con los grupos armados y por eso no pueden cumplir. Los cuadrantes no funcionan, hemos sugerido los puntos estratégicos en los que luchan por el territorio, pero no vemos que nos pongan pie de fuerza. Estamos seguros que la rotación ayudará a mejorar la seguridad en la comuna 13”, puntualizó.
En los primeros seis días de junio se han reportado 17 homicidios, de los cuales uno sucedió en la comuna 13. En total hasta la fecha en Medellín se ha reportado un aumento total del 32% de los asesinatos, pasando de 207 en el 2017 a 275 en el 2018.
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La cifra
87 personas han llegado a pedir ayuda a la Unidad Permanente de Derechos Humanos de la ciudad como víctimas del desplazamiento interurbano.
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La frase
“Muchas personas empezaron a migrar por temor a que los asesinen, es un desplazamiento sin amenazas. Pero también hay con amenazas, en el caso de las personas que estaban repartiendo el panfleto de los más buscados”, James Zuluaga, habitante de la comuna 13.
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