Hace 17 años Berny Bluman era un joven deportista, activo, se le medía a todo y trabajaba en una empresa familiar de confección en Medellín como administrador de empresas. Sus días empezaban muy temprano, algunos, con un partido de fútbol o trotando antes del amanecer y terminaban de igual manera.
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No le tenía miedo nada, practicaba todo tipo de deportes y disfrutaba de la conexión que esto incluía con la naturaleza. Hasta que un día, en diciembre del 2001, sufrió un accidente deportivo con el que se afectó la médula espinal, la encargada de conectar los impulsos nerviosos desde el cuello, pasando por el tronco hasta llegar a los brazos y a las piernas.
“Fue un día en el que experimenté un cambio radical de sentido de vida porque nadie está preparado para tener una discapacidad. Yo no sabía, en ese momento, que existía la discapacidad, no tenía ni idea en qué consistía. Pasé de un día de estar haciendo deporte al otro a no poder mover las piernas”, recordó Berny.
Considera que el día del accidente la atención que recibió fue rápida, aunque para él los minutos fueron horas. Desde el primer instante sintió que había sido grave la lesión, “en el momento en el que tuve el accidente sentí el calambre en las piernas y creo que a los pocos minutos podía mover una pierna, pero de inmediato entendí que era muy grave y que algo no estaba bien”.
Aunque los médicos que lo atendieron cuando fue trasladado a Medellín, porque todo sucedió en un pueblo cercano, no fueron directos al darle el diagnóstico, recuerda que siempre se sintió tranquilo y solo quería saber cómo sería su vida después del accidente. “Yo realmente lo que quería saber era qué seguía al otro día, más que cualquier otra cosa. Quería saber a qué me tenía que enfrentar. Le tuve que rogar mucho al médico hasta que al final me dijo que no conocía a alguien con una lesión como la mía que hubiese vuelto a caminar”.
La actitud de Berny fue determinante y cree que fue por cómo lo criaron, porque en su casa le habían enseñado a no autocompadecerse. “Me enseñaron a hacer lo que tenía que hacer, a buscar el método y a nunca tenerme pesar por nada; de igual manera se lo estoy enseñando a mis hijos”.
De esta manera se dedicó a buscar información, se propuso elegir la mejor silla de ruedas posible, a aprender a usarla y a ser lo menos dependiente posible dentro de lo que la lesión le permitía. “Desde el primer día mi terapia era recuperar mi vida, quería cuanto antes volver a trabajar en mi oficina, haciendo lo que tenía que hacer y seguir con mi vida cotidiana. Ni me autocompadecí ni permití que alguien se compadeciera, eso facilitó que volviera a mi vida cotidiana en corto tiempo”.
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Colombia Accesible
Con el paso de los días se encontró con una falta de información muy amplia sobre su lesión, ya que lo que existía en internet, en ese entonces, estaba en inglés y no era fácil encontrar personas que compartieran su misma condición. Así fue como decidió crear un foro en el que se podían realizar consultas y compartir recomendaciones.
“Cree un foro, empecé a conocer más personas y conformamos un grupo para definir nuestras necesidades. Encontramos que nos adaptamos a nuestras necesidades en la casa y en el trabajo, pero en la ciudad no sucedió lo mismo. Había un montón de lugares a donde no podía ir. La gente se rehabilita, aprende a usar su discapacidad, – porque eso es lo que hacemos, aprendemos a vivir con ella de una manera adecuada-, pero qué pasa después cuando soy un teso manejando mi silla de ruedas pero no puedo entrar a un lugar porque no es accesible o no puedo entrar al baño porque no me cabe la silla”, reveló Berny.
La accesibilidad se convirtió en el principal objetivo, Berny creó Colombia Accesible, una organización que trabaja en pro de capacitar empresas y personas para que diseñen sus espacios de una manera universal para que todos puedan acceder y lograr que la discapacidad se convierta solo en una diferencia y no sea una desventaja. Desde entonces capacita y acompaña a las entidades para garantizar la accesibilidad de las personas en situación de discapacidad, porque «la discapacidad es una condición, no es una enfermedad ni es incapacidad».
La accesibilidad en Medellín
“La ciudad ha ido evolucionando en la medida en que tiene una población muy grande que se beneficia de la accesibilidad, porque una ciudad desarrollada se da cuenta que una persona con discapacidad le es mucho más útil cuando le brinda las herramientas que cuando lo hace quedar encerrado”, dijo Berny.
En Medellín la construcción de edificaciones públicas, según Berny, ha mejorado considerablemente en cuando a la accesibilidad, pero aún no es integral, no todas las personas con cualquier discapacidad pueden acceder. Sin embargo, destaca que se ha dado un cambio visible frente al diseño y a la construcción de espacios públicos.
Humberto Iglesias, secretario de Movilidad de Medellín, indicó que se ha estado trabajando en la ciudad en beneficio de las personas que tienen movilidad reducida. “Tenemos a una persona directamente en la Secretaría que ha sido un luchador incansable en establecer herramientas para conseguir que las personas puedan seguir siendo incluidas en el tema de movilidad. Además, se ha trabajado en el tema de urbanismo táctico y con la Secretaría de Infraestructura para que se hagan reducciones de andenes y que cada vez más personas puedan tener acceso”.
Respecto al servicio de transporte público en la ciudad Iglesias destacó que existen buses acondicionados con plataformas para transportar a las personas que tienen movilidad reducida. “Ya hay alrededor de unos 418 vehículos de servicio de transporte público con esta tecnología y la idea es que cada vez hayan más vehículos con plataforma para que las personas con movilidad reducida puedan utilizarlos”, agregó Iglesias.
El principal cambio es mental
Para Berny se han resuelto muchas necesidades técnicas, pero aún hace falta conciencia, conocer y cambiar el imaginario. “Parte de mi trabajo y a lo que más le he dedicado tiempo es a la capacitación. Siempre empiezo por preguntarle a las personas qué opinan sobre discapacidad y lo que surge es pesar, lástima, dificultad, necesidad de ayuda; entonces, mientras eso no cambie en el cerebro de cada uno de nosotros va a ser muy difícil avanzar”.
El grupo de Discapacidad de la Secretaría de Inclusión, comentó que la administración cuenta con diferentes proyectos para apoyar a la preservación de los derechos de las personas con discapacidad, como parte de la implementación de la política pública de discapacidad, en donde se encuentra Escuela para la inclusión, Emprendimiento a cuidadores, Apoyo económico, Rehabilitación funcional, Ser capaz en casa y el Centro integrado.
Sin embargo, consideran que muchas veces se cree que las principales barrera son arquitectónicas, pero “la principal barrera que enfrenta una persona con discapacidad es la actitudinal, es la de las otras personas, porque son muchos los mitos e imaginarios frente al tema de la discapacidad. Porque se olvidan que ante todo está la persona, que por encima de su condición puede estudiar, desarrollar habilidades, talentos y puede aportar a la construcción de la sociedad”.
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La cifra
73.000 personas presentan algún tipo de discapacidad en Medellín, según el registro de localización y caracterización de la Secretaría de Salud.
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La frase
“Una ciudad desarrollada se da cuenta que una persona con discapacidad le es mucho más útil cuando le brinda las herramientas que cuando lo hace quedar encerrada”, Berny Bluman.
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