La Fiscalía general de la Nación expresó su preocupación por la gran cantidad de detenidos que se encuentran en la sede principal Caribe de Medellín, en donde hay 140 personas recluidas conviviendo en un espacio diseñado para 50 personas. No hay cama pa’ tanta gente.
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Lo más preocupante es que el pasado sábado 12 de mayo se presentó la intoxicación de 20 detenidos que al parecer habrían consumido alimentos en estado de descomposición y que fueron suministrados por el Instituto Nacional Penitenciario y carcelario (INPEC).
«Entre las personas privadas de la libertad figuran procesados que ya están condenados y cuyo sitio de reclusión, de acuerdo con el código penitenciario, deberían estar en penitenciarías cumpliendo con su proceso de resocialización», indicó la Fiscalía en un comunicado.
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El grado de hacinamiento en los calabozos de la Fiscalía ha obligado que que investigadores, con funciones de policía judicial, estén al cuidado de los internos, limitando el trabajo operativo en los procesos penales y de vital importancia que adelantan para la seguridad de la ciudad.
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