Cada 31 de diciembre en diferentes regiones del país es tradicional que las personas le prendan fuego a muñecos rellenos de aserrín, papel, cartón y algunos con pólvora. Quemarlos significa acabar con todo lo malo que sucedió en el año que termina y es parte del ritual para alejar la mala suerte e iniciar con la energía renovada el año nuevo.
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Aunque por mucho tiempo se ha considerado una tradición arraigada, ha sido causal de tragedias en donde niños y adultos han resultado gravemente heridos por las quemaduras en la piel, debido al uso indiscriminado del fuego y la pólvora en vías públicas.
La Alcaldía de Medellín recientemente emitió el Decreto 1030 de 2017, por medio del cual se adoptan medidas de orden público y de seguridad ciudadana, en las que “se prohíbe la fabricación, el almacenamiento, la venta, la comercialización, la distribución, el transporte, el uso, el porte y la tenencia de toda clase de fuegos artificiales al aire libre y en espacio cerrados, de luces pirotécnicas o de salón, de pólvora fría, globos y artículos pirotécnicos en general”.
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La prohibición se extiende hasta el próximo 31 de enero de 2018 y en dicho decreto se expresa que: “Prohíbase también, prender o manipular fuego en el espacio público a través de los conocidos “Año Viejo” y/o cualquier monigote que contenga o no, artefactos pirotécnicos”.
Rita Almanza, epidemióloga de la Secretaría de Salud de Medellín, dijo que con la llegada de la temporada decembrina es indispensable que las personas adopten las medidas que se han dictado desde la administración municipal para evitar ser amonestados con multas económicas.
“En esta temporada se nos concentra el mayor número de lesionados por artefactos pirotécnicos. Los ciudadanos deben saber que el nuevo Código de Policía indica que no se puede hacer uso de pólvora en vías públicas y en Medellín, con el decreto 1030, se prohíbe el uso, la comercialización, transporte y almacenamiento de pólvora entre el 22 de noviembre y el 31 de enero del 2018”, afirmó Almanza.
La funcionaria indicó que se realizaran operativos constantes y quienes manipulen pólvora durante esta temporada se exponen a recibir una multa por $786.000, por violar la norma establecida en el Código de Policía . “Esta es una medida preventiva y de contención para que no circule pólvora y no tengamos niños lesionados por esta razón en Medellín”, agregó.
Cambiar la Alborada por Arbolada
Cada año la noche del 30 de noviembre y el inicio del mes de diciembre está acompañada de explosiones de pólvora constantes durante toda la madrugada. Sonidos ensordecedores que desestabilizan la tranquilidad de los municipios del Valle de Aburrá, de las mascotas y de la fauna silvestre que se ve fuertemente afectada.
La Alborada ha sido considerada una tradición poco aceptada por la mayoría de la ciudadanía, pero que se ha perpetuado en el tiempo en los barrios populares y en las laderas del Valle de Aburrá, por lo que se ha convertido en un reto para las autoridades el poder erradicarla.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, hizo un llamado para que la bienvenida a la Navidad sea al lado del arbolito de Navidad, comiendo buñuelos y natilla, y no quemando pólvora. “Desde diciembre (2016) hasta hoy hay cero quemados en la ciudad de Medellín por pólvora. Qué bueno dejar esas tradiciones que son tan feas y que nada traen de bueno como la famosa Alborada”.
«Qué bueno dejar esas tradiciones que son tan feas y que nada traen de bueno como la famosa Alborada» Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín.
En esta oportunidad el Área Metropolitana del Valle de Aburrá ha presentado la campaña “Huellatón Arbolada”, con la que pretende que por cada mascota que su propietario registre con una fotografía se siembre un árbol en su nombre.
Eugenio Prieto, director del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, explicó que “desde el 2015 iniciamos con la Huellatón, en ese momento recogimos 25.000 huellas de nuestros seres sintientes de compañía, con el objetivo de concientizar a quienes tienen o no estos seres sobre los efectos de la pólvora, que está quemando a nuestros niños, jóvenes y personas adultas, y que además le hace un daño muy grave a la fauna silvestre, doméstica y a nuestra flora”.
El objetivo este año es lograr que las personas registren la huella de sus mascotas a través de la aplicación Huellatón y el Área se compromete a sembrar un árbol por cada una de las mascotas.
“Seguimos generando conciencia; en el 2016 se disminuyó un 50% las lesiones por quemaduras de pólvora y queremos que sigan bajando, que cada vez la gente queme menos pólvora y que se celebre alrededor de los principios y valores de la familia”, dijo Prieto.
Los árboles correspondientes a las huellas serán sembrados hasta junio de 2018 a través del Plan Siembra Aburrá, en el que se contempla la siembra de 1.000.000 de árboles en el Valle de Aburrá entre el 2016 y 2019.
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La cifra
La meta que se pretende alcanzar con esta campaña es que se registren más de 20.000 huellas, para convertirlas en nuevos árboles en el Valle de Aburrá.
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