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El camino de la muerte en Medellín

Luego de la liquidación de Cafesalud han sido cientos de pacientes los que han tenido que recurrir al apoyo gubernamental para lograr la atención de salud.

El caso más reciente del camino de la muerte en la capital antioqueña lo padeció María Helena Orrego Ruiz, quien con su madre enferma debió recorrer un camino oscuro y lleno de obstáculos antes de lograr que la señora María Ligia Ruíz, 73 años, recibiera la atención médica de urgencias que requería.

Todo comenzó desde finales del mes de agosto de 2017 cuando la señora María Ligia había iniciado con una tos frecuente, se sospechaba que podía ser gripa, por lo que asistió varias veces a consulta en la Ips que le correspondía y el médico que siempre la atendía le envió jarabes para la tos.

Con el paso de los días esa tos no desaparecía y, por el contrario, estaba en aumento. La desesperación llevó a que María Helena decidiera pedir una cita con un médico particular para que revisara nuevamente a su mamá.

Una radiografía de tórax y una ecografía de los pulmones revelarían que se trataba de algo más que una gripa, los resultados no eran nada buenos y el médico le dijo María Helena que era urgente la hospitalización.

“Cuando me puse a averiguar cuánto costaría una hospitalización, tuve que decirle a mi mamá que no tenía la capacidad para cubrirlo y  que era necesario hacer el trámite a través de la Eps. En ese momento nos fuimos para la Clínica SaludCoop de la 80 y estaba colapsada. Ahí nos recibieron y sentaron durante dos días a mi mamá en una silla”, agregó.

María Helena recuerda que en ese momento el médico decidió dejarla, porque sí requería de hospitalización, el diagnóstico era un derrame pleural. “Tenía mucha agua dentro de un pulmón”.

Después la ubicaron en una camilla, pero la dejaron en un pasillo. Le realizaron los procedimientos que requería para extraer el líquido de los pulmones, lo que significó una gran mejoría. Cinco días después de estar hospitalizada apareció la fiebre, un síntoma que empeoró la situación. Le descubrieron que tenía una bacteria.

Justo en ese momento inició el proceso de sellamiento de Saludcoop, así que el personal médico le advirtió a María Helena que a su mamá la debían trasladar. “Nos empezaron a acosar y diario nos decían que teníamos que irnos, que no podíamos quedarnos ahí. Yo les preguntaba que adónde nos iban a trasladar, pero no decían nada, hasta que una enfermera nos dijo que a mi mamá no la querían recibir en ninguna clínica porque tenía una bacteria”.

Al final las enviaron para la casa bajo la modalidad de hospitalización en casa, eso fue el miércoles 18 de octubre de 2017, les indicaron que recibirían las visitas del  médico y que una empresa se encargaría de suministrarle el antibiótico intravenoso que requería la señora María Ligia. “Nos vinimos para la casa y una empresa empezó a venir cada 8 horas para aplicarle el medicamento. Pero mi mamá empezó otra vez a tener dificultad para respirar y a toser demasiado”.

El sábado 21 de octubre en horas de la mañana una médica llegó para revisar el estado de salud de la señora María Ligia y se encontró con que había empeorado. “Ella me dijo, su mamá tiene que ser hospitalizada de urgencia. Le hizo una remisión. Le pregunté que para adónde me iba y ella me dijo que para la Clínica Medellín de Occidente, que creía que tenían convenio con Medimás”.
Cuando llegaron a esa Clínica se encontraron con un mensaje desalentador, la persona que hace el triaje les dijo: “Aquí solamente estamos recibiendo pacientes de Medimás si vienen con un tiro o con un infarto, de resto aquí no se les puede hacer absolutamente nada”.

De esa Clínica la enviaron hasta San Cristóbal a un consultorio médico de primer nivel con una cita prioritaria. “Yo pensé que allá le iban a dar la atención que necesitaba. Eso es lejísimos y la cita era a las 2:00 p.m., pero eran las 4:00 p.m. y  nada que nos atendían, pues estaba congestionado con todos los pacientes que habían remitido de Medimás”.

Cerca de las 5:00 p.m. una médica las atendió, lo primero que les dijo fue: “¡Por Dios! ¿Cómo me mandan a esta señora para acá? Ella está mal, ella necesita un hospital de tercer nivel, yo no tengo cómo hacerle una placa ni cómo ponerle oxígeno”.

De ahí salieron directo para el hospital San Vicente de Paul y lo encontraron colapsado. “La niña que le hizo el triaje dijo que efectivamente necesitaba hospitalización y que podría ser en un hospital de segundo nivel, por lo que nos recomendó irnos para el Hospital San Rafael de Itagüí. Cuando llegamos allá, nos dijeron que no estaban atendiendo pacientes de Medimás porque la deuda era muy grande. Ahí, otra vez, me dijeron que mi mamá sí necesitaba hospitalización pero que tenían solo dos camillas para reanimación y estaban ocupadas”.

En ese momento se completaban 12 horas de haber salido de la casa, 12 horas de a travesar la ciudad de un lado a otro sin lograr la atención de urgencia que se requería. “A las 10:00 p.m. era la otra dosis del medicamento, así que decidí devolverme para la casa. El domingo a primera hora la doctora de hospitalización en casa me dijo: ‘si usted no se lleva a su mamá a urgencias, su mamá se le va a morir de un paro respiratorio’. Me asusté, casi no la levanto y me fui para urgencias del San Vicente”.

El domingo 22 de octubre la señora María Ligia, finalmente fue atendida en el Hospital San Vicente de Paul, institución que no cuenta con ningún convenio, pero que ante la gravedad del estado de salud le ha prestado la atención que requiere.

María Clara Mendoza, jefe de urgencias y cirugía del Hospital San Vicente de Paul, dijo que “si el caso es urgente cualquier institución tiene la obligación de atender al paciente, lo que sucede es que hay redes y niveles de atención de acuerdo a la complejidad. El triaje lo realiza cualquier profesional de la salud, puede ser un enfermero profesional o un médico general, que da unas clasificaciones que requiere el paciente”.

La Personería se pronunció

Diana Patricia Guerra, asesora del despacho del personero de Medellín, explicó que la Personería de Medellín interviene en muchas oportunidades en el tema de salud tanto en los hospitales del estado como en las Ips u hospitales privados, para buscar garantizar los derechos humanos.

“Respecto a situación de Medimás, tenemos que desde el 1 de agosto hasta el 25 de octubre, en 86 días de operación se tienen 250 acciones de tutela, 157 incidentes de desacato, 9 solicitudes de cumplimiento de fallo, 10 derechos de petición y se han asesorado a 144 personas”, explicó la funcionaria.

Guerra indicó que se requiere corresponsabilidad de las personas y de las Eps, por lo que es indispensable que las personas estén enteradas de las redes de los hospitales con los que su Eps tiene los contratos de atención vigentes y es obligación de las Eps tener actualizada la información para sus usuarios.

Medimás

PUBLIMETRO consultó a Medimás EPS, quienes resaltaron su compromiso con la atención a los usuarios y presentó una ruta de acción en caso de tener posibles inconvenientes que puedan ocurrir en la atención por parte de algunas Ips:

  1. En caso de urgencia vital  es obligatorio que cualquier IPS que oferte este servicio lo atienda.
  2. En caso de urgencia no vital , el usuario es derivado a su IPS primaria para atención prioritaria o ambulatoria.
  3. En caso de presentar inconvenientes en la atención por parte de las IPS, el usuario debe comunicarse con nosotros a través de las líneas telefónicas:  651 07 77 en Bogotá y 01800120777 a nivel nacional.
  4. Informamos que a la fecha Medimás EPS se encuentra al día en los pagos de toda su red de proveedores de servicios médicos, por lo que  la totalidad de las IPS contratadas están obligadas a atender a sus usuarios.
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