Tres años y cuatro meses después de haber sido adjudicada la obra, por fin es una realidad. Fue una construcción que presentó múltiples inconvenientes que significaron trabajos de rectificación, repotenciación y finalización.
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“¡Por fin! Ya está listo el deprimido en la Inferior con Balsos. Una obra que tuvo unos retrasos muy grandes, que recibimos en nuestro gobierno cuando ya estaba en ejecución, con todos los problemas técnicos, legales, pero el deber era sacarla adelante y cumplirle a la comunidad”, dijo Federico Gutiérrez, Alcalde de Medellín.
La obra hace parte de los proyectos de valorización de El Poblado, la cual fue adjudicada inicialmente por $9.832 millones de pesos, pero que por problemas de planificación y ejecución de quienes fueron los primeros contratistas, la administración de Aníbal Gaviria debió autorizar una adición de $5.000 millones para que se terminara en el 2015, lo que no sucedió.
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Con el inicio de la administración de Federico Gutiérrez, la obra debió ser revisada y en esta se encontraron fallas en las pantallas del intercambio, que significaba un riesgo inminente si se dejaba así, por lo que se debió contratar un estudio para definir las posibles soluciones. La empresa Integral S.A. fue la elegida.
Se revisó la obra y se reajustaron los diseños desde febrero de 2016 hasta finalizar el año, fecha en la que Conconcreto asumió la obra y su intervención tuvo un costo de $3.866 millones de pesos.
En total la cadena de irregularidades dejó como resultado un proyecto que tuvo 21 meses de retraso y un sobrecosto cercano a los $9.000 millones de pesos. Es decir, costó el doble de lo que inicialmente se había aprobado.