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Los taxistas en Medellín no se detienen en su lucha contra las plataformas digitales

Esta semana las oficinas de la aplicación Uber fueron selladas y este jueves un taxista solicitó ante el Tribunal Superior de Medellín el cierre de la aplicación Cabify.

Taxis
Foto: EFE Taxis

El pasado martes 18 de abril de 2017 la tranquilidad de las oficinas de Uber en la capital antioqueña, ubicadas en el centro comercial Vizcaya se vieron afectadas cuando miembros de la Policía Metropolitana adelantaron una inspección y al encontrar algunas irregularidades procedieron a sellarla.

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Ante el hecho el general Óscar Gómez Heredia, comandante de la Policía Metropolitana le dijo a El Colombiano que durante dicha inspección, “encontramos que ese local no tenía ni cámara de comercio, ni uso de suelo, ni certificado de bomberos, ni el de la Secretaría de Salud”.

Por ahora las oficinas permanecerá selladas por un periodo inicial de ocho días, bajo el artículo 92 del Código de Policía, sobre Comportamientos relacionados con el Cumplimiento de la Normatividad que afectan la actividad económica, en referencia al numeral 16, que indica: “Desarrollar la actividad económica sin cumplir cualquiera de los requisitos establecidos en la normatividad vigente”.

Por otro lado, este jueves 20 de abril de 2017, se conoció que Jorge Eliecer Úsuga, que trabaja como taxista en Medellín, presentó una acción de tutela en la que le solicitó al Ministerio de Transporte y al Ministerio de Tecnologías de la Información el cierre inmediato de la aplicación Cabify, aduciendo que la existencia de la aplicación le afecta sus derechos fundamentales como al trabajo, a una vida digna y al salario mínimo vital y móvil.

Ante la demanda, Camilo Sarasti, director general de Cabify en Colombia, expresó a través de un comunicado que “El uso de la tecnología y los nuevos conceptos de economía colaborativa son los principales factores de disrupción en sectores que nunca se habían preocupado por reinventarse. Es normal que en algunos casos el gobierno y gremios como el de taxistas nos vean como “enemigos”, los estamos obligando a mejorar” y agregó que «nuestros conductores ven en Cabify, precisamente, una fuente de ingresos con la que hoy se sostienen miles de familia en Colombia. No podríamos estar de ninguna manera vulnerando el derecho al trabajo».

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