Se define como un rapero agricultor que vive en las comunas de Medellín. Creció en la comuna 13, su niñez estuvo marcada por el asedio de la violencia de los diferentes frentes que disparaban sin contemplación.
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Es un hombre alto, corpulento, de tez blanca, ojos de mirada profunda, usa pañoletas de colores en su cabeza, grandes aros en sus orejas y su presencia no pasa inadvertida.
Es un rapero que a través de sus letras cuenta las condiciones de vida con las que le ha tocado crecer, letras en las que describe la tristeza con la que muchos han tenido que recorrer el camino que la vida les puso ante sus pies, pero que son letras en las que siempre hay un mensaje esperanzador.
“Mi infancia estuvo muy marcada por todo el tema del conflicto, por las operaciones militares que se dieron en este territorio, que fueron en total 22; entre estas mucha gente, muchos amigos y amigas son caídos y caídas; pero también me recuerda la gente juntándose, uniéndose por distintos fines, como para hacer planchas o caminos”, recuerda AKA.
Y es que justamente la unión de las personas es por lo que lucha incansablemente, para que todos entiendan que se necesitan “porque solos no se crecen las luchas, se deben juntar manos, que sean muchas”, como dice la canción Poesía de Tierra de su grupo Insur-Gentes Hip hop.
Agroarte
Hace más de 14 años pertenece a Agroarte, un colectivo creado por siete mujeres del sector de la Loma, que crearon el gran proceso de resistencia frente a la Escombrera en la comuna 13 en donde, se dice, hay más de 300 desaparecidos.
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Es un poco difícil de creer que un rapero sea tan apasionado por la tierra, por cuidarla, por sembrar y por cultivarla; pero así es, sabe que a través de la huerta, la pintura y el micrófono están lejos de repetir un pasado de dolor que conoce perfectamente.
Cuenta que se vinculó a Agroarte por ser una forma de defender el territorio, de protegerlo; se convirtió en miembro permanente desde los 15 años cuando inició en el proceso de formación y comenzó su pasión por la agricultura.
Siempre se han dedicado a la siembra de plantas medicinales, aromáticas, mágico-religiosas, entre otras. Siembran en diferentes puntos del territorio y actualmente lo hacen en 22 espacios dentro de la ciudad.
“Nosotros los llamamos cuadros verdes vivos en los territorios, es una forma de apropiarnos de los espacios, porque muchos de esos espacios son sitios de miedo o donde ha pasado algo y la gente tiene miedo, entonces nos apropiamos y se genera una dinámica en el trabajo de tejido social”, explicó el rapero-agricultor.
El Hip Hop
En la parte musical, que denomina Hip Hop agrario, explica que lo que hacen es convertirse en los reporteros del barrio, narrando y contando lo que pasa en esos territorios, “pero que también somos sobrevivientes y así vamos contando para que no se olvide, es una forma de hacer memoria y de contarles a las nuevas y viejas generaciones lo que hemos vivido en medio de esta estúpida guerra”.
AKA tiene varios objetivos, quiere ayudar a educar a los jóvenes, que cesen los ataques, los asesinatos, las amenazas, que se logre encontrar a los desaparecidos y que se junten más personas para exigir lo que es justo pero también para construir.
Medellín
Sobre Medellín dice claramente que existen varias ‘Medellines’, la inequidad, la presión entre grupos armados donde está incluida la Policía, hacen que existan lugares que no son habitables en los territorios.
“Hay una Medellín que oculta, que no quiere hablar de lo que en verdad pasa aquí, que diariamente se entregan muchos jóvenes a la violencia y que para todo eso hay justificación; también hay una Medellín que se levanta a luchar para ganarse el diario; pero también está la Medellín olvidaba que está en las laderas que es desplazada”, reveló AKA.
Considera que actualmente la ciudad está creciendo aceleradamente, “yo veo a una Medellín para el turista no para los que habitamos este territorio, los que lo hemos construido. Veo la ciudad dedicada a pensarse en el turismo más que en las mismas cosas que pasan acá”.