Llamado
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«Que den ejemplo»
Los constantes enfrentamientos entre Santos y Ordóñez llevaron a que este miércoles el presidente del Senado, José David Name, hiciera un llamado a la calma y les pidiera que den ejemplo.
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“Hago un llamado al señor presidente de la República y al procurador general para que así como estamos hablando de paz, ellos le den ejemplo al país y podamos tener en realidad una paz entre el Ejecutivo y uno de los órganos de control como es la Procuraduría, que es el que vigila a los empleados públicos”, dijo Name en declaración a los medios.
Y planteó además: “Me gustaría que estas discusiones públicas se acabaran, la verdad no estoy de acuerdo que una comunicación personal o un encuentro personal entre dos figuras como el presidente y el procurador hoy estén en los medios de comunicación”.
Que el procurador Alejandro Ordóñez no está totalmente de acuerdo con el proceso de paz entre el Gobierno y las Farc, principal bandera presidente Juan Manuel Santos, no es un secreto para nadie.
Lo que era un secreto, al menos hasta este miércoles, era una carta de carácter privado que el jefe del Ministerio Público había entregado al mandatario en la quele hacía 45 preguntas sobre las negociaciones que a su parecer Santos no había contestado.
Pero este miércoles, luego de que el presidente calificara las críticas de Ordóñez como “ataques mentirosos al proceso” y señalara que se está escondiendo «debajo de sotanas para hacer política», el procurador decidió revelar los 45 interrogantes.
El hecho de que se conocieran la carta ha sido entendido como la punta de iceberg que desde hace varios meses flota entre Santos y Ordóñez, que se han enfrentado en distintas ocasiones por lo que sucede con la guerrilla en Cuba.
Esta ‘historia de desamor’ entre dos de las figuras más importantes del país ha tenido duros episodios desde que iniciaron las negociaciones, marcadas por temas tan polémicos como la justicia transicional, las víctimas de las Farc, el papel de los desmovilizados en el posconflicto, la posición de los jefes de la guerrilla, el narcotráfico y hasta la riqueza que ha adquirido la subversión durante el conflicto armado.
Uno de los choques más fuertes se dio a finales de marzo, cuando se conoció que los generales (r) Óscar Naranjo y Jorge Mora ya no formarían parte permanente de la mesa de La Habana, ante lo que el procurador dijo sentirse “perplejo” y el presidente le contestó que dejara de “meterse”. Ordóñez replico que se iba a seguir “metiendo”.
Pero esa es apenas uno de los enfrentamientos que han tenido. La relación comenzó a complicarse, sobre todo, en octubre del año pasado, cuando se conoció que ‘Timochenko’ había viajado a Cuba a reunirse con los negociadores de las Farc. El jefe del Ministerio Público envió una carta al presidente pidiendo explicaciones a lo que Santos le contestó, en pocas palabras, que pedir esas explicaciones no hacía parte de sus funciones.
En los primeros meses de 2015 también se presentaron dos fuertes enfrentamientos, primero por la posibilidad de que los desmovilizados de las Farc, en el eventual posconflicto, pudieran conformar una policía rural, y después, cuando el procurador entregó un informe a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con cuestionamientos al proceso, hecho que no cayó nada bien en Casa de Nariño y terminó con el Gobierno diciendo que el único interlocutor autorizado ante la comunidad internacional era el presidente y nadie más.
Tras estos choques, se creyó que la relación mejoraría luego de que, tras varios aplazamientos, Ordóñez y Santos por fin se reunieran para hablar frente a frente del proceso de paz, el pasado 13 de marzo, y salieran del encuentro con aparentes acuerdos frente a las negociaciones.
Incluso, el hecho de que por estos días el procurador esté promoviendo un pacto por la paz con varios de los miembros de la oposición, hizo creer que sus críticas, si bien no iban a parar, iban a mermarse.
No obstante, los 45 interrogantes y las declaraciones de parte y parte reflejan que la relación está, tal vez, en su peor momento desde que iniciaron las negociaciones de La Habana.
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