Esos bochornosos hechos protagonizados por los conductores de “los amarillitos” menguaron la paciencia de los ciudadanos de la capital, quienes liderados por Ricardo Saavedra, promueven la iniciativa del Día de NO Taxi, una convocatoria que, según sus propias palabras, “busca que los taxistas se concienticen de que los ciudadanos buscamos un mejor servicio, que cumplan con las expectativas, queremos que atiendan bien a los usuarios y que no tengan restricciones en el servicio”.
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Saavedra convocó a los bogotanos a unirse a la iniciativa y tomar medio alternativos de transporte. “La idea es que la gente en Bogotá madrugue un poco más, si está cerca del trabajo puede irse caminando o puede tomar el SITP, pueden compartir el carro con otros conocidos que que tenga, la bicicleta también puede ser una alternativa”.
De igual forma, el promotor de la iniciativa también dijo que este tipo de protestas se puede volver a presentar: “Si vemos que la incultura de los taxistas persiste, tendremos que reforzar el mensaje y habrá que repetir la jornada”.
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Respecto al apoyo que recibe la propuesta de Saavedra en el resto del país, él asegura que “en redes sociales hemos recibido mensajes de la Costa Atlántica, de Cali, de Medellín, de Villavicencio, de Cali, de cientos de personas que están indignadas con el servicio que prestan los taxistas y por eso se unirán a la protesta que estamos impulsando”.
¿Cómo cambiar la mala imagen de los taxistas?
El experto en movilidad Juan Carlos Pergolis, arquitecto y profesor de la Universidad Católica asegura que “es muy complicado el tema de los taxistas en Bogotá, se trata de un problema estructural en el que los taxistas hacen parte del problema y también pueden hacer parte de la solución. Hay que generar programas de cultura ciudadana que involucren completamente a los conductores de taxis de la ciudad para que se pueda dar el primer paso hacia un mejor servicio”.
Algo muy similar piensa Ricardo Saavedra, quien asegura que “He hablado con amigos taxistas quienes me dicen que ellos también se sienten como víctimas del sistema, si bien sólo algunos son los que reaccionan de mala manera contra los usuarios, son todos los taxistas quienes ven perjudicada su imagen”.
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