Entre semillas, materas y sustratos, aficionados al cannabis en Uruguay comenzaron a recibir sus primeras clases sobre el cultivo de esta planta, una iniciativa derivada del plan oficial que regula la producción y venta de esta droga.
En estos cursos, organizados por la Federación Nacional de Cannabicultores de Uruguay, los asistentes aprenden a diferenciar el sexo de la planta, diagnosticar plagas y reconocer los mejores plaguicidas biológicos para la conservación de las hojas.
“Quien cultiva se está conectando también con la naturaleza”, aseguró una de los participantes, que prefiere guardar su nombre en anonimato.
Los talleres, que se llevan a cabo en Montevideo y en el departamento de Florida (a unos 100 kilómetros al norte de la capital uruguaya), sirven también para aprender técnicas con el fin de minimizar los daños para el consumidor.
En apenas un mes y medio, la federación ya logró que medio centenar de personas se anotaran a su iniciativa.
La norma
El pasado 10 de diciembre, el Senado uruguayo dio el visto bueno definitivo a la ley, aún pendiente de reglamentación.
• Condiciones. La norma permitirá el cultivo con fines personales de hasta seis plantas de marihuana, con una cosecha anual de 480 gramos.
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