Lo que se venía llegar, ocurrió. Las ligas europeas de fútbol levantaron la voz contra la nueva reforma de la Liga de Campeones.
Este 21 de octubre, 25 países del Viejo Continente desafiaron a la UEFA. Los campeonatos domésticos protestan contra las nuevas reglas del torneo que entrarán en vigor en 2018.
El Comité Ejecutivo del órgano rector del fútbol europeo decidió que las cuatro mejores ligas tendrían aseguradas cuatro plazas.
Es decir, España, Inglaterra, Alemania e Italia no deberían pelear su pase en las rondas previas. De esta forma cuatro clubes llegarían directo a la fase de grupos.
“Esa decisión tendrá un impacto negativo en los campeonatos domésticos. Es decir, incrementará el abismo deportivo y económico entre los más grandes clubes y el resto”, declaró la European Professional Football Leagues (EPFL), en un comunicado.
En otras palabras, estas reformas son interpretadas como el preludio de un nuevo torneo. Los torneos domésticos aseguran que habría disminución de sus ingresos audiovisuales.
Por otro lado, los grandes clubes de la Premier League también tienen otra jugada. En marzo pasado, representantes de Manchester United, Manchester City, Chelsea, Arsenal y Liverpool se reunieron.
¿La razón? Echar a andar un proyecto que contempla una nueva liga a nivel europeo. Además, en este torneo estarían los equipos más tradicionales del “Viejo Continente”.
La “European Super League” es un proyecto impulsado por un multimillonario estadounidense Stephen Ross, el cual, en caso de existir, pondría en gran riesgo a la Champions League y los torneos nacionales.
En general, los clubes ingleses tienen pensado invitar a los grandes de España, Alemania e Italia para formar una nueva Liga. La idea nació debido a que piensan que con este proyecto obtendrán más ingresos.
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Los intereses económicos y la idea de una Superliga Europea han enfrentado a las 25 mayores ligas con el órgano rector