El autor y conferencista pereirano habla de un concepto tan estudiado, tan perseguido y del que él da las claves en su exitoso libro.
Vivimos en un mundo donde hay más que razones para ser escépticos. Una pandemia mundial, casi cinco millones de muertos, gente sin trabajo, casa, sin una vida que ya no volverá. “La felicidad también consiste en aprender del dolor”: Andrés Jaramillo Álvarez
PUBLICIDAD
Sin contar las cosas que vemos todos los días.
Pero como le decía Cecilia Bolocco a Betty la fea, “a todos nos pasa un poco lo mismo” y a Andrés Jaramillo Álvarez, en medio de una UCI por uno de sus hijos, le llegó una revelación.
“La felicidad también consiste en aprender del dolor”: Andrés Jaramillo Álvarez
Pensó en toda su vida.
En cómo había tenido que luchar por lo que tenía desde que era un niño humilde de Santa Rosa de Cabal y todo lo que Dios le había dado. Así que habló con él y este le respondió.
Y esa epifanía le llevó a redactar una conferencia llamada “La fórmula de la felicidad”, que luego se convirtió en el proyecto “Construyendo Historias”. Así, hubo tantos testimonios por sus conferencias y tantas vidas transformadas, que compiló la información- que reunió también con sus lecturas y preparaciones – en su exitoso libro “Las claves de la Felicidad”.
“La felicidad también consiste en aprender del dolor”: Andrés Jaramillo Álvarez
Publimetro habló con él precisamente sobre cómo ser feliz en un mundo donde todos se burlan de este término.
Como Don Draper decía en “Mad Men”: “La felicidad es lo que tienes antes de necesitar más felicidad”. Vemos esto como inalcanzable. ¿Cómo lo abordas tú?
El error es pensar que la felicidad está en lo material. La gente me dice que muchos de los que me buscan son personas que están en crisis y es lo opuesto. Esta gente que tiene demasiado, pero por el hecho de tener tanto, no tiene tiempo para sí misma ni para su familia.
Y ser feliz es encontrar el equilibrio entre ambas cosas.
No, ser feliz no es estar riéndose todo el tiempo, todo el día. Vamos a tener momentos duros, retos.
Van a pasar cosas con las que tú no estarás de acuerdo. Pero tienes que tener la actitud de reaccionar ante ellas y notar que son cosas buenas que te llegan.
“La felicidad también consiste en aprender del dolor”: Andrés Jaramillo Álvarez
Yo digo que el agradecimiento es vital: no solo lo bueno, sino también, lo malo. Cuando hablas de ángeles, te refieres a los que hacen algo bueno por tí. Pero otros enseñan con dolor.
Y a fin de cuentas, la felicidad es eso: agradecer.
También, la actitud que tienes ante lo que te pasa. Está bien que quieras tener algo mejor, pero que tu felicidad no dependa de ese objetivo. Disfruta el camino y no la meta.
<p>«<strong>No, ser feliz no es estar riéndose todo el tiempo, todo el día. Vamos a tener momentos duros, retos. Van a pasar cosas con las que tú no estarás de acuerdo. Pero tienes que tener la actitud de reaccionar ante ellas y notar que son cosas buenas que te llegan.» </strong></p>
¿Cómo enseñar felicidad en un mundo lleno de escépticos?
Al ser ingeniero y leer de gerencia y liderazgo (Andrés realizó una Especialización en Alta Gerencia en la Universidad Libre y una adicional en Marketing Experiencial de la Universidad EAFIT), me he preparado con varios autores.
A medida que me envolvía en los casos y comencé a ser confrontado y muchas personas más comenzaron a hablarme, me fui preparando.
“La felicidad también consiste en aprender del dolor”: Andrés Jaramillo Álvarez
Soy un ávido lector: y pienso que la meta siempre debe ser crecer y conocer más. Esto me ayudó. Ahora bien, lo que enseño fundamentalmente es que no tienes que llegar a caer tan bajo, perderlo todo, para decidir mejorar tu vida. Pero parte de lo que enseño es que no tienes que esperar a estar así. Si tienes dolor en algún lado vas al médico, si tienes un problema legal vas con el abogado. ¿Por qué no puedes buscar ayuda con un psiquiatra, pastor, etc? Hay un enorme estigma frente a esto. Por eso lo del libro. Por otro lado, lo primero que debes hacer para salir de la situación difícil es tú mismo buscar ayuda.
El escepticismo también se da en parte porque hay enfermedades mentales bien documentadas con la ciencia que requieren tratamiento médico. ¿Cómo abordar lo que enseñas desde ahí?
Esto también nació cuando empecé a dar las charlas: creé Construyendo Historias, que es un grupo de apoyo que nació antes del libro y le conforman también amigos psicólogos, psiquiatras, abogados, etc.
Así entramos a apoyar, porque en la pandemia hubo casos graves, hasta de abandonos de niños.
Y he procedido con cautela para escuchar, pero cuando necesitamos ayuda profesional, en el grupo la tenemos. Este es un plan para ayudar a la gente, no es solo para vender un libro. Ahora bien, es importante llevar el mensaje: creí que el libro lo leería solo mi madre, pero ya ha llegado a grandes editoriales.
Y cuando una persona con su padre en UCI vio mi libro en Armenia y vio que también había sido escrito de este modo, me escribió que le ayudó en su crisis. Esto me motiva a seguir escribiendo.
Hay otra cosa fundamental: estamos en los tiempos del positivismo tóxico. Negar cualquier crítica, cuestionamiento, reflexión, porque todo debe ser “felicidad y buenas vibras”. “Vibrar alto”.
Es imposible tener una vida 100% feliz. La forma de tener una vida con momentos maravillosos, es también tener una vida triste. Uno tiene momentos tristes: decaemos, pero esos momentos también enseñan.
Y debemos exteriorizarlo.
Cuando la gente se guarda y no llora, pasa algo grave, porque cuando explota, es peor. El el 95% de las enfermedades graves es por lo que reprimes. Hay que llorar.
¿Para ser feliz es necesario ser creyente?
Mucha gente que estaba en las charlas viene de distintas religiones. Conozco a gente de todas las confesiones y personalmente, mucha gente no tiene tiempo para ir a misa o cuando vas no conectas. Yo me preocupaba por ello y cuando empecé con esto, entendí que uno puede hablar directamente con Dios. Todos le apuntan al mismo Dios, en verdad. Todos llevan a lo mismo y se dividieron en algún momento de la Historia por algún motivo. La religión te lleva a un camino para ser espiritual. Yo fui criado en el catolicismo, claro. Pero entiendo que cuando abarco un tema universal, me especializo en religiones y te digo: hay que ser espiritual y buena persona. Y en todas las religiones van a lo mismo: hay que ser buena persona y ponerse en los zapatos del otro. Todos debemos crecer todos los días, también.