Esta compañía sorprende, pues ha tenido la precaución de explicar que los dispositivos que están mostrando son solo prototipos por ahora. Además, la firma no solo apostó por el móvil plegable con pantalla cuadrada, sino también por uno rectangular doblable, es decir, que al doblarse es un móvil cuadrado.
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Esto, porque no tienen intención de llevar un teléfono flexible al mercado hasta mediados de 2020. Las razones, si bien la tecnología necesaria para ello ya existe, quieren que madure más antes de llevarla a un producto comercial.
La otra es que con los elevados precios actuales los teléfonos flexibles son demasiado caros para que la mayoría de las personas consideren comprar uno.
Entonces presentaron lo que llaman DragonHinge, un conjunto de eslabones entrelazados y acanalados que son compatibles con la pantalla flexible plegable hacia adentro.
En este momento, la pantalla flexible de 7.2 pulgadas de la compañía ofrece una resolución de 2.048 por 1.536 pixeles, pero eso podría cambiar para cuando el fabricante esté listo para hacer un teléfono flexible comercializable.
Para TCL, lo más importante no es ser el primero en esta carrera, sino en ofrecer un producto que realmente llegue al mercado con un precio más competitivo.
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