La humedad en la nariz de nuestras mascotas se ha vuelto una marca registrada, un mito urbano con el que muchas veces nos hemos alarmado de manera innecesaria. Las glándulas nasales laterales y las glándulas vestibulares son las encargadas de producir las secreciones para mantener esa humedad tan característica. Sin embargo, a veces, su nariz se puede tornar seca y agrietada, no se asuste en ocasiones esto suele ser normal.
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Hay que tener en cuenta que a lo largo del día nuestra mascota se expone a distintas situaciones relacionadas con el clima y actividades que realiza provocando esta resequedad. Sin embargo, en caso de persistir y se vea acompañado de otros síntomas debe saber que necesita visitar a su veterinario de confianza.
Lo motivos por los que se puede sufrir la repentina sequedad pueden ser varios, desde que han pasado mucho tiempo al sol, o por el contrario han estado expuestos al viento y frío, o nuestro paseo se vio implicado de poco aire y mucho polvo.
Tenga en cuenta los siguientes consejos para mantener una trufa humectada.
- Evite que este expuesto al sol por periodos prolongados de tiempo.
- Si su mascota pasa la mayoría de su tiempo en los espacios como terrazas, patios o balcones, asegúrese de que sean espacios frescos y con algo de sombra.
- No lo exponga al viento ni al frío.
- Cuando lo pasee evite caminos polvorosos y secos.
- Aumente su ración de agua y procure que la tome, así evitará que se deshidrate.
Para nuestros amigos felinos el tema es un poco delicado dado que ellos pueden tener secreciones debido al extremo frío o calor. Es muy importante que constantemente limpie sus orificios nasales con un algodón y agua tibia evitando de esta manera que se formen depósitos y le dificulten la respiración o incluso genere infecciones.
¿Cuándo alarmarse?
Si su peludo muestra síntomas de una enfermedad, como vómito, diarrea, falta de apetito, o letargo, entonces que su nariz esté caliente y seca probablemente es un síntoma adicional de una enfermedad subyacente. Si el problema persiste pueden deberse a otras razones más importantes, y por las que tendría que acudir de inmediato al veterinario.
Mucosidad de color extraño
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Debe prestar mucha atención a la secreción nasal de nuestras mascotas; sobre todo en los gatos, pues si presenta una secreción de cualquier color se puede deber a una afección respiratoria grave como lo es Rinotraqueitis.
Quemaduras solares
Si nuestra mascota tiene una nariz pálida o rosada va a tener más problemas con el sol de lo normal. Estas trufas pueden presentar resequedad y grietas más profundas que las demás, y por ende presentar dolor e incomodidad y muchas veces sangrado. Al acudir al médico veterinario es posible que este le recete una loción.
Sistema inmune debilitado
Si su mascota presenta de manera adicional a la resequedad falta de energía y desaliento, puede deberse a que sus defensas están bajas. Para cambiar este estado lo mejor puede ser cambiar su dieta. Opte por un alimento de mejor calidad y con ingredientes naturales, eso le va a funcionar muy bien. En caso de que haga falta puede incluir suplementos vitamínicos.
Enfermedades dermatológicas
Las enfermedades dermatológicas en nuestra mascota y más en su trufa se podrán detectar casi de manera inmediata. Podrá evidenciar llagas que causaran mucho dolor y en algunos casos vienen acompañadas de secreciones y malos olores.
Deshidratación debida a una enfermedad grave
Enfermedades graves como el Moquillo, el Parvovirus llevan a su perro o gato a una deshidratación muy delicada. Si observa la nariz agrietada y adicionalmente presenta vómito, diarrea, debe acudir de manera inmediata al veterinario.
Vitiligo
Por último, existe una enfermedad cutánea llamada vitiligo, la cual puede cambiar el color de la nariz de su perro a rosa, pero generalmente al mismo tiempo aparecen otros indicativos de este trastorno, como son unos cuantos pelos blancos o puños de pelo blanco en el cuerpo.
Cómo cuidar de la nariz de su mascota
Es importante que sea muy observador, aprenda sus hábitos, reacciones y sobre todo confíe en su intuición. Seguramente diferenciará de manera inmediata una enfermedad grave a un cambio brusco de temperatura.
También es importante observar su nariz cuando su mascota respira. Los perros y gatos tienden a respirar por la nariz cuando descansan, esto porque generalmente mantienen la boca cerrada. Si las fosas nasales de su mascota se abren más de lo normal, podría ser que tienen problemas para respirar.