Colombia está bañada por hermosas playas a lo largo y ancho del Océano Pacífico desconocidas por muchos. En pleno corazón de Buenaventura, está La Barra, un playa con paisajes vírgenes y tranquilos, lejos del estrés y el ruido mental, un lugar donde prima el silencio, al que la mayoría no estamos acostumbrados.
PUBLICIDAD
Si alguna vez ha soñado con dejarlo todo aunque sea por poco tiempo, hacer la maleta e irse solo a la aventura, este lugar le permitirá recargar el alma, es único, perfecto para alejarse de la cotidianidad, relajarse y ver uno de los atardeceres más espectaculares de Colombia.
Ubicado a tres horas desde la ciudad de Cali, es un espacio ideal para buscar un descanso absoluto, pues arroparse con el agua del mar, ponerse al sol, leer un libro, escribir un poco o simplemente sentarse a la orilla del mar para admirar el atardecer y ver las estrellas en la noche, le permitirá reencontrarse con usted mismo.
En 2008 La Barra fue el escenario de ensueño que dio vida a la película “El vuelco del cangrejo” de Óscar Ruiz Navia, un largometraje colombiano que cuenta la historia del enfrentamiento entre los afrodescendientes nativos del lugar y El Paisa, que planea construir un hotel en la Playa, pero como todo lo que goza de fama no es para siempre, eso terminó y se convirtió en un lugar golpeado por la violencia y el olvido.
Ahora, como alternativa para fortalecer la dinámica comunitaria, el turismo y el empoderamiento de la población para superar la pobreza y mantener las condiciones propicias de paz y arraigo en sus territorios, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional – USAID y ACDI/VOCA, diseña proyectos de turismo y además creó el proyecto “Tienda de Paz” donde se han integrado familias de esta comunidad y de las comunidades aledañas, todo esto con para permitirle a colombianos y extrajeros disfrutar de este paraíso.
Y es que allí, con 47.094 hectáreas, usted puede admirar una diversa muestra de especies de flora y fauna entre las que resaltan las ballenas jorobadas, provenientes de la Antártida que llegan a las aguas cálidas del Pacífico colombiano para aparearse y dar a luz a sus crías. Un espectáculo que puede gozar entre los meses de julio y septiembre.
Además, la amabilidad de su gente está dispuesta a recibirlo si lo que quiere es aventurarse al ecoturismo con recorridos diurnos y nocturnos por manglares, dormir en zonas de camping o si lo prefiere en cabañas construidas por sus habitantes, incluso, algunos alquilan habitaciones en sus casas hechas de madera, con una cama, baño y ducha, piscinas naturales de agua dulce, caminatas ecológicas, definitivamente una experiencia enriquecedora si se comparte con amigos, familiares o en solitario.
PUBLICIDAD
En La Barra, la vida es muy tranquila y es justamente ese su atractivo, algo que no se encuentra en otras playas del país, es una playa que emana realismo mágico, sí ese que es como un símbolo de esperanza después de la guerra.
Apreciar los oficios tradicionales de mujeres del lugar como el de recoger Piangua, un molusco para preparar arroz, cazuelas, es otro espectáculo. De hecho, la gran recomendación para quienes van de visita es sacarle máximo provecho a la gastronomía, tan rica en manjares de mar como el pescado frito y hasta sancocho de pescado.
Este paradisíaco lugar lo acogerá con un océano que no en vano se llama pacifico, de tierra firme en medio de una simplicidad que se traduce en tranquilidad y armonía con una belleza natural que nos permite reconocer una vez más la riqueza de nuestro país.
PLATOS TÍPICOS
Sancocho de pescado.
Pescado frito.
Ceviche de camarón y piangua.
Arepa de huevo.
¿CÓMO SE LLEGA A ESTA PLAYA?
El recorrido para llegar a la Barra comienza desde la terminal de transportes de Cali, donde se viaja en bus hasta Buenaventura por al rededor de 3 horas, luego se debe abordar una lancha hacia Juanchaco. Una vez en allí, como en hay varias opciones de transporte a Ladrilleros: carros, motos, y hasta tractores.
También le puede interesar: