Hay que recordar que no se trata de mantener un hábito de alcoholismo el tomarse unas copas con tu pareja, ni mucho menos emborracharte todos los días. Sin embargo, beber socialmente es una práctica que une a las parejas.
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Unas copas de vino tinto durante la cena, o unas cerveza ayudan a que las parejas conversen sin filtros. Estas se vuelven más abiertas a lo que quieren y cómo lo viven.
En encuestas se han dado resultados sorprendentes al preguntarles cómo disfrutan más a su pareja, y la gran mayoría respondió que cuando toman unas copas (Sin excederse) disfrutan de la intimidad y de la pasión que se desborda.
Los hombres se vuelven locos y las damas disfrutan de una placentera relación. Si bien esto no se hace todos los días, se convierte en una ocasión especial, una atmósfera ideal para fortalecer la relación, además de que se vuelven románticos y divertidos.