Notó un cambió en su hijo y decidió tomar cartas en el asunto. Por eso instaló una grabadora en el coche en el que su hijo llegaba todos los días al jardín infantil Niño Jesús, en Buenos Aires, y descubrió los maltratos y amenazas a los que las cuidadoras sometían a los niños.
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El resultado de su idea fueron 5 horas de indignantes gritos y los llantos de los niños, asustados por los duros tratos que les propinaban las “tías”.
“No me importa, la tocas y te rompo los huesos” o «dormite porque se te pudre”, además de descalificaciones como “bobos” y “gorda lechona” se repiten en las grabaciones compartidas pro el diario argentino Los Andes.
Tras obtener las pruebas, la madre concurrió a estampar la denuncia correspondiente y logró que las educadoras fueran separadas de sus cargos.
Tras conocerse el caso, donde se vieron involucradas tres profesoras, la Dirección General de Cultura y Educación de Buenos Aires manifestó que el jardín maternal «no está habilitado para funcionar con institución educativa».
«El pasado 9 de marzo se realizó una inspección y se advirtió que el establecimiento no tenía la documentación pertinente para funcionar, por lo que se labró un acta y se intimó a las autoridades a presentar los documentos requeridos en el plazo de 10 días”, dijeron desde el organismo.