Un impactante caso de maltrato animal, que ha indignado al mundo entero, se registró en la ciudad inglesa de Exeter, donde Georgie una gata atigrada de 10 años lucha por su vida tras ser quemada con ácido de batería.
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El animal salió de su casa y estuvo fuera de ella un par de días, preocupando a la familia que salió en su búsqueda. No tuvieron suerte hasta que el propio felino pudro regresar, en las peores condiciones tras el ataque.
“Parecía muerta”, explicó Lyn Prewer, dueña de la gatita a los medios locales.
Georgie regresó el martes por la noche a su hogar casi sin piel en parte de su cabeza, patas, lomo y parte de su cara.
“No lo quedaba piel en la cabeza, la espalda y las piernas y le salía espuma de la boca. Cómo llegó a la casa nunca lo sabré”, dijo su dueña al diario The Independent.
La gatita fue llevada de urgencia al veterinario donde ahora se debate entre la vida y la muerte. El médico tratante advirtió que si sobrevive quedará con secuelas de por vida.
Ha sufrido quemaduras horribles y el veterinario ha dicho que es probable que pierda la punta de sus orejas y posiblemente su vista.
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«También tiene quemaduras en toda su boca y lengua y ulceraciones en la garganta».
La dueña de Georgie comentó que su gata “salió a eso de las ocho y media y se quedó a pasar la noche y cuando no regresó el martes por la mañana no pensé que fuera tan inusual”.
Cuando la vio llegar de regreso, la imagen que vio fue aterradora. “Vi una sombra fuera de mi ventana y pude ver que estaba en casa. Pero cuando abrí la puerta ni siquiera puedo describir lo que vi, pensé que parecía muerta «.
«No puedo comprender por qué algunos humanos pueden hacer esto. Mi hijo está absolutamente devastado”, agregó.
El caso está siendo investigado por la Real Sociedad por la Prevención de la Crueldad Animal, entidad que espera dar con el responsable de este brutal ataque.