Era una noche de fiesta en la vivienda Daniel Barber en el barrio de The Heights en Houston, sin embargo terminó de la peor manera tras una ridícula idea que se le ocurrió al dueño de casa.
En medio de la celebración y al parecer con varias copas en el cuerpo, Daniel se puso un chaleco antibalas y le pidió a su amigo Jason Griffin que le disparara, ya que había llevado un arma al lugar, señala Telemundo Houston.
Todo parecía una broma, por lo que Griffin le apuntó y disparó.
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Al instante Barber estaba en el suelo ante la mirada incrédula de los presentes.
Griffin intentó ayudarlo, pero habría entrado en pánico y salió corriendo del lugar.
“Nunca pensó que la pistola estaba cargada”, señaló la novia del “asesino”, que fue detenido horas más tarde por la policía en un hospital del sector.
Según los uniformados, hasta el momento no está claro si la bala atravesó el chaleco o le dio en una parte del cuerpo que no se encontraba cubierta.
“Murió en la escena”, dijo uno de los detectives que investiga el caso y apuntó que “es muy inusual que las personas en una fiesta se disparen, pero hay veces que sucede”.
Griffin ahora enfrenta cargos por homicidio involuntario, posesión ilegal de arma de fuego y posesión ilegal de prendas de uso de las autoridades.