Muchos dueños de perros sueñan con poder salir a pasear con sus mascotas sin necesidad de llevarlos atados a la correa, no hay nada mejor que ver la alegría con que se desenvuelven una vez llegan al parque y son liberados.
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Ellos corren, juegan, saltan, se esconden, disfrutan plenamente de estar libres y por lo general prestan muy poca atención a cualquier orden que su dueño les dé. Así que, el secreto del asunto está en entrenarlo gradualmente para que entienda que no tener la correa puesta también implica que obedezca.
Para lograr que este sea un proceso exitoso, esto es lo que debe hacer:
1. Llévelo a un espacio abierto
Este es un entrenamiento que debe llevar a cabo en un espacio amplio y abierto, y en lo posible con pocas distracciones.
2. Use los comandos
Inicialmente debe estar seguro de que su perro conoce los comandos, los entiende y los obedece, esto hará que cuando suelte su correa él atienda cada una de sus instrucciones, sin importar que tan lejos esté. Sin embargo, puede considerar dejarle la correa puesta los primeros días, así él recordará que aunque se puede mover con libertad, también debe escucharlo.
3. Suéltelo
Una vez lo suelte, llámelo y pídale que regrese, una vez regrese a usted no olvide premiarlo con una galleta y una felicitación verbal. Repita el ejercicio, y cada vez que regrese escóndase en un lugar donde lo pueda ver . Así cada vez que atienda el llamado y lo encuentre, podrá premiarlo y reforzar su entrenamiento positivamente.
4. Cuando lo logre
Una vez logre que su perro se mantenga cerca de usted en un espacio abierto, debe aceptar algunas distracciones, como más gente o más perros. En caso que él no logre mantener su atención en usted, debe volver a un campo sin distracciones, y continuar el proceso hasta entienda que no importa cuántas distracciones haya a su alrededor, él debe seguirle a donde vaya.