En un colegio de Alemania se vivió un suceso que dejará marcada a toda esa comunidad.
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El día de ayer por la tarde, un adolescente de 15 años se dirigía junto a su madre a una reunión con la trabajadora social del establecimiento, quien deseaba tratar los problemas de agresividad que presentaba el estudiante. Mientras esperaban en el patio para ser atendidos, un alumno de 14 años se cruzó por el frente de ellos. Lo que el niño no imaginó, es que su par iría y lo apuñalaría en el cuello.
El agresor esperó el mejor momento, luego de notar que el ahora difunto “miró provocativamente” a su progenitora. Luego, inesperadamente, el joven se abalanzó y le enterró un cuchillo en el cuello a su víctima.
A pesar de haber huido, los policías lo detuvieron a los 45 minutos. Según las autoridades, el chico de 15 años se irritó tanto al ver que su compañero miraba a su madre, que decidió apuñalarlo.
Según informaron medios locales, el menor ya había sido citado previamente para hablar con la psicóloga del colegio, tras declararlo “agresivo y no escolarizable”.
La víctima fue recordada al día siguiente en el patio del colegio, en donde se le realizó un pequeño homenaje. A la ceremonia acudió el alcalde de la ciudad, Jürgen Kleine-Frauns, quien más tarde aseveró que los 87 mil habitantes de la localidad se encuentran “en estado de shock” tras la noticia.
La Fiscalía de Dortmund pidió prisión preventiva para el joven criminal.