Un sótano infestado de ratones e insectos, un balde para hacer sus necesidades biológicas, otro donde tenía comida vencida, sin luz y durmiendo sobre cajas de cartón.
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Así encontró la policía italiana a una joven de 29 años que durante una década fue transformada en una esclava, violada y sometida a brutales abusos en Gizzeria, indica La Repubblica.
A los 19 años la mujer llegó procedente de Rumania para hacerse cargo de las atenciones médicas la novia del sujeto, pero una vez que esta murió comenzó su infierno.
De inmediato, el hombre se apoderó de la vida de la joven, la encerró en el sótano y la sometió a indescriptibles abusos y torturas.
La mujer tuvo dos hijos en esas insalubres condiciones, nunca fue al médico y como si fuera poco, el hombre obligaba en ocasiones al hijo mayor a ser parte de las torturas.
Todo quedó al descubierto en los últimos días, cuando en un control de rutina en una carretera la policía encontró que el pequeño que acompañaba en el auto al sujeto de 50 años se veía muy descuidado.
Los uniformados le exigieron saber dónde vivía y dónde estaba la madre y cuando llegaron a la vivienda poco se demoraron en establecer que algo extraño ocurrió e hicieron el terrible descubrimiento.
La mujer y sus hijos fueron inmediatamente separados del hombre y están siendo atendidos por instituciones sociales, mientras el sujeto se encuentra detenido y a la espera del juicio.