Jazz Egger, una modelo austríaca de 20 años, contó en una entrevista que de la forma menos pensada descubrió la red de prostitución que hay detrás del modelaje.
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Al portal web Your Tango, la modelo dijo que todo sucedió cuando recibió la propuesta de un hombre a quien conoció en un club y que le pareció «encantador y amigable», luego éste le pidió su número de teléfono para «posibles relaciones de negocios». Lo que nunca se imaginó fue lo que vino después, ir de viaje a Grecia para pasar un rato en un yate con tres millonarios por «miles de libras esterlinas» le pareció sospechoso y por esta razón rechazó la invitación.
Luego aseguró que recibió una oferta de otro hombre que habría conseguido su número a través de aquel que había conocido en dicho club. Éste le ofreció hasta 1.000 libras esterlinas por pasar tres horas en una fiesta en un club, allí se dio cuenta que algo andaba mal.
Tras las dos propuestas que Egger afirma, rechazó, recibió una nueva invitación a un «negocio», le pidieron cenar con un actor famoso de origen iraní por 2.000 libras esterlinas pero había un requisito, debía tener después un episodio de intimidad natural. Ante esto ella dijo «¡Soy una modelo y no una ‘escort’!».
Pero el hombre siguió insistiendo y tratando de convencer a la modelo y le aseguró que muchas ‘top models’ llevan mucho tiempo haciendo estas cosas, «A todos les gusta tener sexo, sobre todo con jóvenes guapos. ¿Qué hay de vergonzoso?», le dijo.
Por esta razón la modelo indagó al hombre para que le explicara las razones por las cuales hacía eso, éste decidió mencionarle los nombres de varias modelos famosas involucradas en el lado oscuro del negocio y también una de las agencias más grandes y reconocidas. A Egger le pareció aberrante oír que las modelos, incluso menores de edad, reciban este tipo de ofertas.