Se levantó de madrugada y al salir a su jardín se su casa en Texas lo primero que vio fue un armadillo jugueteando en el pasto.
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El hombre, por motivos desconocidos, ingresó a su hogar a buscar su revólver calibre 38 con el fin de matar al pequeño animal, según consigna metro.co.uk.
Disparó tres veces, le dio en una ocasión al armadillo, pero una bala no logró penetrar el caparazón del mamífero.
La suerte, eso sí, no estuvo a favor del texano, ya que el proyectil, tras rebotar en la “armadura”, fue directo a su cara y terminó en un hospital por las lesiones que le provocó el impacto.
En la rueda de prensa en la que la policía trató de explicar el extraño suceso, el sheriff del condado de Cass explicó que el hecho se está investigando como «un posible tiroteo accidental» y que se desconoce tanto el “paradero” como el estado del armadillo.