Que Vanity Fair México saque una portada con Melania Trump, comiendo joyas, no causa ira solo en los mexicanos, sino pena ajena a nivel mundial. El país que quizás es víctima directa de las políticas de Trump, una vez más ve su orgullo nacional herido debido a una portada que salió en GQ en febrero del año pasado, pero que la revista desafortunadamente retomó, mostrando lo “perfecta” que encaja con el nuevo presidente.
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Pero recuerden que hace algunos días, todo el mundo compartía GIFS de la “pobre Melania” siendo “víctima” de Donald Trump, con sus gestos en plena posesión. Incluso salieron imágenes creadas donde ella pedía “ayuda” a Michelle. Hasta se hizo el movimiento viral #FreeMelania
Hagan un alto: ella no quiere su compasión, no la necesita ni la merece. Ella piensa igual que su marido. Eso lo demostró en una entrevista televisiva en 2011, cuando también atacaba a Barack Obama (como su marido) por su certificado de nacimiento.
Esto lo revivió la periodista Stassa Edwards en el portal “The Sloth”. Melania Trump le comenta a la presentadora Joy Behar que Obama no es un ciudadano estadounidense y afirma que su certificado no es real.
Asimismo, cuando Julia Loffe le hizo el reportaje para la revista GQ, afirmó que los medios “inventaban mentiras” sobre ella.
¿Una víctima de su marido? Ni tanto. Quizás solo está en la posición que a él y a ella, claro, más les conviene.